Ritos y realidades (28 abril 2024)

abril 28, 2024 by
Estreno, 26 abril 2024

Año tras año nos invaden los ritos literarios oficiales del mes de abril. Oficiales en el peor sentido de la palabra. No confundir con propuestas de instituciones públicas que han coexistido este mes, como la conversación de Olga Tokarczuk dentro del programa Escribir el Prado, que ya celebramos en redes incluyendo enlace de visionado.

El planeta de los libros se hizo eco de la concesión del Premio Cervantes a Luis Mateo Díez en octubre pasado, subiendo a redes la conversación que mantuvimos por su libro El fulgor de la pobreza en mayo 2006 (a partir min. 13). Nada que ver con el caduco y engalanado ritual de la entrega del premio en abril. Vaya otro ejemplo de rituales caducos: la Noche de los Libros de la Comunidad de Madrid.

Los demasiados libros, de Gabriel Zaid, no predijo los demasiados espectáculos y rituales que nos iban a agobiar y, lo peor, destrozar la literatura como él anticipaba. También Thomas Bernhard se quedó corto al escribir Mis premios, si levantara la cabeza lo diría; los espectáculos y rituales están ahogando a la literatura.

Y, a qué se debe este desbordamiento. A eso, a destrozar la auténtica literatura (porque ahora a cualquier libro se le llama literatura). Y, quién hay detrás. Pues lógicamente las instituciones de poder. Algo tendrán que hacer con el presupuesto público los carguitos culturales, desde el ministro a tanto consejero, concejal, etc, etc: que se vea el espectáculo libresco, aunque estemos a la cola europea de la lectura.

Lo bueno de leer es que desarrolla la conciencia sobre este mal teatrillo. Igual que nos ocurre con las películas, narraciones al fin, y con cualquier otro tipo de arte que nos comunique. Cuanto más vemos o leemos, mejor conciencia o, lo que viene a ser, criterio (y que cada cual elija el suyo).

El viernes pasado recomendamos la película Ama Gloria. Dura y excepcional, como es la vida en este planeta Tierra. Además, en estos tiempos, en los que habría que profundizar más sobre la desigual historia entre Occidente y sus Colonias, antiguas dicen aunque se mantiene su estatus de Colonia.

No todo cabe en un titular de prensa. Hay que profundizar más en el hoy, y no olvidar el pasado, los orígenes. Y a ello ayuda otra película que también se estrenó este viernes, Hammarskjöld: Lucha por la paz. Un biopic sobre este Secretario General de la ONU que arranca en los años cincuenta. También escribía poemas y pensamientos como el del cartel, un reto moral casi inexistente en el poder mundial actual.

Su vida merecía sin duda la película y además, una buena película como esta. Desde el principio, transiciones perfectas, muy estudiadas y bien realizadas: de las imágenes reales de la ONU, a su solitaria vida en compañía de un mono, Greenback. Y de repente, África, con toda la crudeza: imágenes de un asalto y asesinato de un poblado en el antiguo Congo Belga, oficialmente ya la República Democrática del Congo.

Una masacre para confirmar que el rito de la descolonización daba paso a la cruda realidad del neocolonianismo. El asesinato de su primer presidente post colonial, Lumumba, tan contrario a esa nueva colonización, sólo fue cuestión de días. A pesar de que el Secretario no supiera predecirlo; demasiados kilómetros entre ellos.

El crimen de Lumumba creó un gran símbolo anticolonial que sigue muy presente en toda África.

Un continente en el que la sangre se derrama desde hace siglos, desde el comercio de esclavos al simple beneplácito comercial de la comunidad internacional, o su incapacidad para detener la sangría.

La vida no vale nada en África, incluyendo la de sus líderes anticoloniales. Recuerda la película a otro líder africano asesinado por idéntica razón. Décadas después, en 1987, me refiero a Sankara, presidente de Burkina Faso. Le pude dedicar un programa de radio, Letras desde el continente africano, gracias al libro del desaparecido Antonio Lozano: El caso Sankara.

El juicio en la Unión Europea para esclarecer este asesinato se ha realizado y se ha condenado finalmente. Les ha costado su tiempo y, sin embargo, no ha servido material y vitalmente al pueblo de Burkina Faso, todos los años de desarrollo perdido y, ahora, con el país en manos del ISIS.

Hammarskjöld fue el último líder internacional tan utópico como para luchar desde la ONU por la paz y la descolonización auténtica de África. Trabajó contra el derramamiento de sangre, y le costó la suya propia.

Los intereses económicos en África no diferencian entre líderes nacionales o internacionales. Ya, todos están avisados. Ya todos evitan hablar de África. Y, menos, atreverse a entrar en zonas de conflicto con un pequeño avión sin escolta. Allí no llegan los Falcon.

Occidente solo sirve para mantener a África empobrecida, y así apropiarse de sus riquezas naturales. Y los humanos,  preferimos no mirar al conjunto del planeta, como una vivienda compartida, es más sencillo mirarnos el ombligo de nuestros privilegios (salvo excepciones).

Los libros, las películas, el periodismo de calidad, el arte, y la cultura en general, son los únicos foros donde esta denuncia tiene algo de sentido. Aunque no cambien la realidad, puede que gracias a ello algún líder lo haga. Ahí tienen a la exvicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y su Fundación Mujeres por África.

La lucha por la vida

marzo 30, 2024 by
«Saturno devorando a su hijo» Francisco de Goya

Coincidió que El Día mundial del Teatro, 27 de marzo, pudimos ver en escena la trilogía novelística de Pío Baroja «La lucha por la vida», en el Teatro Español, después de pasar por el Arriaga de San Sebastián.

Los aplausos fueron muy sentidos. Hacia José Ramón Fernández y Ramón Barea por la adaptación y dirección, respectivamente, y a todos los actores y equipo. Ramón Barea no solo dirige, también interpreta a Pío Baroja en escena, con excelente voz y compostura.

La producción del Teatro Arriaga consigue, fielmente, adentrarnos en la gran obra literaria, llevarnos a finales del siglo XIX en Madrid y  mantenernos expectantes todo el tiempo, que no es poco.

Los cuentos de hadas se derriten pronto en «La busca», esa primera novela de la trilogía de Baroja, donde el joven Manuel empieza la búsqueda, la búsqueda de un lugar en la vida. Por si teníamos alguna duda de lo cruento, en la ficción y en la realidad, llega después «Mala hierba». La caída vital del protagonista en los más bajos fondos y cómo allí recibe sus educaciones. Si los hombres son sus maestros, ojo a las mujeres que, especialmente en aquella época, caen por delante de ellos.

A pesar de este inicial resumen, toda la trama se trata en clave muy vital, picaresca y llena de humor, que anima a recomendar esta obra en el Teatro Español hasta el 14 de abril. Y no se preocupen por sus dos horas y media de duración porque sin duda es acertado el entreacto de quince minutos, en medio de esta segunda novela, para recobrar fuerzas.


«Aurora roja», tercera y última ficción, se pregunta cómo cambiar la situación en aquel Madrid, en aquella España, donde las miserias ahogan a la mayoría del pueblo llano. Cómo cambiar, qué se necesita para liderar una nueva sociedad sin esas terribles desigualdades e injusticias.

Ahí nos encontramos al propio Pío Baroja en el escenario, escribiendo, apuntando consignas libertarias de la calle, con la idea de llevarlas a la ficción. Lo hizo antes el propio Cervantes, en El Quijote, de forma más sutil, humanitaria y lógica. En su época el conocimiento de esos movimientos políticos revolucionarios estaba reservado a muy pocos, el anarquismo como formulación teórica y práctica surgiría siglos después. De ahí, la razón de la supuesta locura del caballero manchego.

Sigo con Baroja, escritor que se hace eco no solo de las ideas libertarias, también de los movimientos y proclamas revolucionarias de la época y lugar. Entre tantos manifiestos y dictados, en escena se abre paso una breve frase de «la Salvadora». Ella dice, si mi mente no se engaña entre los 10 actores que representan casi 100 personajes, dice más o menos: empezar por exigirse a uno mismo antes de llevar la revolución a los demás.

Cambiarnos a nosotros. Y, después de 120 años, algo cambió sin duda, al menos en la limpieza de las calles y la salubridad. Otras circunstancias no cambian tan fácilmente: especialmente el intelecto, la historia o la educación recibidas, tan propias de cada país.

Hemos contado con iniciativas como Diálogo de Civilizaciones o Alianza de Civilizaciones, que al fin no resultan más que el intento de vender un bonito y falso cuadro entre comunidades con las que estamos a años luz. Pocas veces hemos mirado a sociedades más desarrolladas intelectual y consuetudinariamente, con el simple objetivo de mejorarnos a nosotros mismos.

Quizás nos faltan las ganas para conocer y aprender cómo sus individuos se relacionan en formas más democráticas, justas e igualitarias. Sin ir más lejos, países europeos donde los responsables políticos no miran al resto de población desde lo alto (o no lo hacen de forma habitual), sino como encargados de la mejora de sus condiciones.

Una relación simple de causa y efecto: los ciudadanos eligen a sus políticos y, si fallan en sus obligaciones, si los efectos son contrarios a lo esperado, se permite una nueva elección. Y hay otras formas también. A veces el clamor de la opinión pública consigue que el propio grupo político corrija la elección de uno o dos personajes, los no válidos para asumir el poder.

Solo ocurre en los grupos de poder que funcionan con un mínimo de democracia interna. Donde impera la razón, el avance y hasta el pacto por el bien común. La lógica consecuente donde se asumen responsabilidades.

Son muchos los no válidos para estar en el poder (decía Platón que a los pocos válidos había que obligarles, a estar en el poder, porque eran los primeros que no querían).

En España habrá que ir poco a poco eliminando esos residuos tan poco ejemplares que nos han “ordenado“ desde hace tanto tiempo. Ciento veinte años de historia, donde nuestra propia mente ha tenido que asumir si prefiere estar con el poder decrépito, frente a él, o con el poder ejercido de la mejor manera posible. No será fácil, como en ningún país lo ha sido.

Decía al principio que era el día mundial del Teatro y, como cada año desde 1962, ese día después de la representación teatral se lee en el escenario el texto de un reconocido autor. Este 2024 se eligieron las palabras del último Premio Nobel de Literatura.

En redes sociales y en otros ámbitos ya hemos dicho que Fosse no nos convence por su escritura, llena de generalidades y lugares comunes. Si consiguió el Premio Nobel por cuestiones personales que hasta han sido publicadas, personalmente solo puedo reafirmarme en lo ya dicho, lo suyo no es la escritura.

El título de su texto: «El arte es paz». Podía haberlo escrito cualquier propagandista del «No a la guerra». No a ninguna de las guerras, incluidas las olvidadas (por ejemplo, las del Daesh en África). Llevamos décadas con ese eslogan y resulta deslucido repetirlo sin más. Con tantos grandes discursos al respecto, resalta más la vacuidad de Jon Fosse.

Si Pío Baroja levantara la cabeza, qué texto hubiera preparado para ese día si fuera sobre la guerra, me pregunto. Además de todo lo escrito en su trilogía «Las Saturnales» (por «Saturno devorando a su hijo», de su admirado Goya) junto a otras novelas ambientadas en la guerra civil española. ¿Qué escribiría o recordaría hoy, con las puertas abiertas a más guerras?

Mejor que los Goya2024

febrero 11, 2024 by

Aguanté dos minutos anoche viendo los Goya2024. Como muchos otros quizá, pienso que no está el país para galas, y menos tan repetitivas y pesadas como, año tras año, nos resulta esta.

Además, hace tres días recomendaba un cine necesario, ese que no pisa la alfombra de postureo de los Goya. Y, si la pisan, como «Alcarrás» el año pasado, es para no ganar ni una de las 11 nominaciones, y a pesar del Oso de Oro berlinés.

Ayer, hoy, y me temo que durante mucho tiempo, me parecen social y culturalmente mucho más importantes las reivindicaciones de agricultores y transportistas, que se oían fuera de la alfombra. Me pregunto si Carla Simón, la directora de «Alcarrás» lo verá como una venganza bíblica… Lo que sí es seguro es que está dando la razón a un libro que recientemente recomendé «La venganza del campo» de Manuel Pimentel; también hay libros necesarios.

En cuanto al cine necesario que recomendaba en Redes hace unos días, lo vi gracias a Filmoteca Española, en el Cine Doré. Hace años, ahí mismo, conocí al polémico director de cine Carlos Vermut (ya saben, sus escándalos sexuales y cancelaciones varias). Fue en un pase especial de «Magical Girl» y, para abreviar la situación, además de contarnos que la familia que aparecía con un niño era la auténtica de la hija del expresidente Aznar (no especificó ningún lazo oculto en este cameo), personalmente no me gustó su mirada, turbia, huidiza. Tampoco su película, aunque amistades hay que estan enamorad@s de ella.

Lo que sí considero puro arte es esa necesaria película documental polaco-alemana recién vista y que recomiendo ampliamente: #ElSíndromeDeHamlet. Nos habían avisado de que era buenísima, y las reseñas y premios lo atestiguaban. Por eso, hicimos el anuncio en redes el mismo día por la mañana, para que pudieran verla los que quisieran.

Y lo que vimos fue mucho más allá de nuestras expectativas. Era la guerra en Ucrania vista desde una perspectiva cultural, a través del teatro y la reflexión, y sobre todo humana; donde los protagonistas eran cinco jóvenes pero también sus familias. En el coloquio posterior a la película, pregunté cuándo podría verse en España; era su estreno en nuestro país, pase único (les informo, cuando se pueda ver).

Cuando empezó la invasión de Rusia en Ucrania, el 24 de febrero de hace casi 2 años, en este mismo blog reivindiqué el periodismo explicativo, a través de un par de documentales periodísticos. Necesitábamos conocer más de lo que nos podían decir dos minutos de Informativo. Curiosamente, luego apareció «la sexta explica» que solo vi una vez y no he vuelto, como me ocurre salvo excepciones con la televisión española, privada o pública. Por mucho que cambien nombres, los programas no cambian.

Pero, hablamos de Cine; de cultura, teatro, arte, creación humana, todo lo que los humanos llevamos dentro y que llegará mucho más allá de nosotros mismos, nos conmoverá y a partir de ese momento formara parte de todos. El periodismo lleva tiempo sin conmover, salvo honrosas distinciones.

Sobrecoge la dureza de la guerra en carne joven, carne humana, carne propia porque, si no jóvenes, siempre podríamos ser el padre o el amigo de aquella que la sufre en primera persona. Es la máxima del arte; te conmueve hasta el punto de vivirlo en las propias carnes.

Una amiga me comentaba al salir de la proyección que, de acuerdo con mi pregunta, la película debía verse en España, Europa, el mundo. Demasiadas veces Occidente no es capaz de asumir guerras en territorio ajeno, sentirlas y no olvidarlas.

Pensamos en todas las guerras y que la de Ucrania no se puede olvidar porque es la lucha por los valores humanos que compartimos. Uno de los jóvenes protagonistas, que había estado en el frente de la guerra civil -antes de la invasión rusa- recordaba cómo fue capturado por los separatistas a favor de Rusia, y cómo la primera amenaza es contra esos valores humanos; mata a tu amigo porque la alternativa es que yo te mate, le decían.

Él no disparó. Pero soportó esa degradación humana de muchas formas: torturas, imágenes insoportables que se grababan de forma imborrable. Muertos, heridos, dolor, olor, día, a día.

La degradación se recrea constantemente, consciente e inconsciente, hasta es posible desear la propia muerte, un no ver más. Degradación en pesadillas permanentes; una joven que también había luchado en el frente prefería no dormir. Se hería así misma no durmiendo, o se dejaba morir poco a poco, porque las heridas eran ya insufribles.

Ser o no ser, decía Hamlet, y todos lo hemos pensado alguna vez de una forma u otra. Y ¿Ser, cómo?, ¿y en una guerra? Al terminar la proyección, hubo quien aplaudió, hubo quien no; la herida para muchos era demasiado profunda. Documental necesario, con creativa y genial realización, no edulcorado sino más duro de lo que solemos ver.

El coloquio de esta película duró más de una hora, y hubo sus discrepancias sobre temas patrióticos, sexuales y otros. Viva el debate. Creo que, como muchos otros, no pudimos olvidar lo visto, ni esa noche, ni los días posteriores, y no queremos olvidarlo.

Una persona me contactó al final de la pregunta sobre futuras proyecciones de la película (televisiones públicas, privadas o plataformas audiovisuales, corran que se la quitan). Me habló de la Semana de Cine Ucraniano, que este año tendrá su segunda edición en Madrid.

Un tema llevó a otro y acabamos contándonos nuestros pensamientos sobre la cultura en España: la triste cultura politizada por unos y otros. Solo para eso hablan de cultura, para intereses de partido político, de poder, y lo peor; no es que sean atrasados ellos mismos en nuestro tiempo y conocimientos, lo peor es que su atraso cultural y civico acaba afectando a muchos jóvenes, como esos que habíamos visto en guerra pero en sentido contrario, hacia la irreflexión. Y a muchos adultos, quizá no formados en la crítica o sí. Al final, todos somos un colectivo de seres humanos.

A la conocida frase: lo personal es político, hay que añadir: #LoNacionalEsInternacional,
O #LoInternacionalEsNacional, los dos sentidos. Cada uno de los países crea y se recrea en una realidad global. Que esa realidad global sea humanamente necesaria o una fiesta trivial, depende de nosotros.

Para terminar, una buena noticia. La renovación de la Librería del Doré. Parece más grande, gracias a los colores, la disposición y decoración. Además, ya tiene puerta a la calle Santa Isabel. El día 8 la librería se llenaba minutos antes del pase de cine, ahora esta librería -referente del cine y la literatura- no necesita excusa para entrar.

Despedidos por el poder

enero 28, 2024 by

Fernando Savater despedido por el diario El País (PRISA) ha sido la comidilla esta semana. La mayoría de las personas que encuentro están indignadas pero, hay algun@ que todavía ni se ha enterado, porque solo lee ese periódico y así se considera informada.

Estamos en 2024, y todavía parece la década de los 80, o mucho antes, cuando uno tenía que llevar siempre el mismo periódico.

Lo de leer varios periódicos queda para pocos, o seguir en Twitter (ahora X) cuentas enfrentadas. Ver distintas perspectivas, e incluso distintos contenidos según su procedencia, no acaba de calar en la sociedad española, aunque poco a poco vaya mejorando.

A Savater le preceden a otros ilustres despedidos por el poder. Y digo bien, poder, porque PRISA -Vox populi, vox Dei- está en manos del poder gubernamental, como nos ha demostrado una y otra vez, por si acaso no lo hubiéramos visto desde los años de Zapatero (ZP), lo que además nos ha venido a recordar la repentina muerte de Miguel Barroso.

El lugar del exsecretario de Estado de Comunicación de ZP, trabajando entre la Moncloa, PRISA, RTVE y algún otro medio público,  durante dos décadas, ha dejado un vacío tan grande que todavía está por ver si serán necesarias varias personas para llenarlo. En todo caso muchos amigos tiene el difunto -o compañeros ideológicos de comunicación gubernamental- que alegremente escalarán posiciones.

El caso Savater me ha recordado a esos otros ilustres despedidos por el poder. Fundamentalmente a dos, aunque hay muchísimos otros afectados por no llevar el carnet de un color. O el carnet del otro color que, a la hora de manipular los medios de comunicación, la diferencia entre Izquierda y Derecha es pequeñita.

El primer ilustre despedido por el poder, a quien tuve el placer de entrevistar en «El Planeta de los Libros», fue Carlos carnicero. Pueden escucharle en el programa 223, de abril del 2012: Libertad de expresión

(Recuerden, todas nuestras direcciones son HTTP no HTTPS, a las que cambia Google para acceder. No queremos que Google sepa de nuestras vidas más de lo que ya sabe)

Carlos Carnicero había sido despedido del programa «la ventana» en la cadena SER (PRISA) en julio del año anterior. A los nueve meses conservaba un retrato inmejorable de su despido por el poder.

Lo recordaba bien porque cuando el poder despide, o cancela, lo hace de forma cruel. Aquel día pude sentir su corazón dolido, especialmente cuando me comentaba que la propia directora del espacio radiofónico, Àngels Barceló, no se había dignado siquiera a hablar con él. Ella que tanto habla, tanto como juez y como parte.

El poder es cruel con los despedidos y también lo es la «Carne gobernada» (el libro de Savater, que no nos llegará porque el Grupo Planeta sigue censurando a El Planeta de los Libros. Otro poder patrio que hace lo que le da la gana). La carne gobernada no hablará ya con esos despedidos. No me extraña que Carnicero se fuera a vivir lejos de España.

Además, hay mucha carne gobernada que en primera fila se pelea por llenar el vacío que deja el despedido. En el caso de Carnicero fue el hijo de Arsenio Escolar, que tanto ha trabajado para el PSOE: Ignacio. De él habla, y no muy bien, Carnicero en ese mismo programa. E incluso de su señora de entonces y su cargo directivo en RTVE.

Nos está quedando un puzzle precioso: PRISA, RTVE y el Grupo editorial Planeta.

El segundo ilustre despedido, aunque como decía al principio hay muchos, es para mí Antonio Elorza. Fue despedido poco a poco, otra táctica del poder; como para que no se note (ingenuos no, maquiavélicos). Te empiezan a hacer feos, «bullying», como a una misma le ocurrió en Radio Círculo, y te vas o te echan.

El caso de Elorza, y otros, no ha recibido tanta repercusión social y fue en 2022, no hace tanto tiempo. Él mismo lo ha explicado en sus artículos. Nos gustaría entrevistarle también, no solo por eso sino sobre todo por su gran labor como historiador para con este país. Lo intentaremos si el deslustrado poder nos lo permite; ya saben que hasta pequeños espacios como éste son leídos, vigilados y apartados.

A pocos días de la celebracion del patrón de los periodistas (24 de enero), recordarles dos máximas que apenas se aplican en este país.

«El periodismo es independiente o no lo es»
Es decir, se convierte en propaganda; muchas veces el mismo contenido, pero desde la perspectiva del poder todo ha cambiado. Bien envuelto en papel de regalo, que se vende mejor.

«Sin periodismo no hay democracia». O lo que es lo mismo, sin periodismo independiente la democracia va camino de dejar de serlo.

Por último para que vean el deslustre al que se enfrenta el periodismo, en este país, recibo esta semana una convocatoria que reza así: «El Instituto Cervantes celebra el valor del periodismo como eje de la cultura y la democracia, la próxima semana»

¿A qué tipo de periodismo se referirá? Ojiplática. Con todos ustedes, este lunes 29, la llamada censora de El País, que echó a Savater y a Elorza: Pepa Bueno (solo está ahí desde el 2021), junto a Iñaki Gabilondo y Mara Torres.

Acaban el martes 30 con otra bomba. El recibimiento al exsecretario de Estado de Comunicación de Pedro Sánchez, Miguel Ángel Oliver, puesto a dedo hace poco más de un mes como nuevo director de la Agencia EFE. Nos faltaba la cuarta pieza del puzzle: EFE.

Bien coordinadas todas las piezas por el poder gubernamental. Junto al poder mediático, el cultural. Y todos ellos pagados por nosotros.

La intención, evidentemente, es estancarnos. Que al fin significa: ir hacia atrás. En estos, como en tantos otros asuntos públicos.

Ilusiones navideñas

diciembre 24, 2023 by

Fotógrafo australiano ante las colas de Dª Manoleitor

De la fantasía de las hadas que comentaba hace unos días en redes, reivindicando su papel artístico y humano, a otros imaginarios que, aunque sean también humanos, no son tan benéficos, y hasta pueden ser malvados.

Entre los imaginarios no benéficos: bastantes costumbres navideñas, la hipocresía o la apariencia que vemos todos estos días y, cómo no, el negocio.

Negocios que pueden hacer el 50% de sus ventas anuales o más en estas fechas. El consumismo navideño crece cada año, como lo hacen las luces o la publicidad.

En estas pensaba, cuando me encontré en Facebook la foto de este artículo, cortesía de la periodista Nunci de León explicada así:

«Fotógrafo australiano retratando todo lo que se mueve alrededor de Dª Manoleitor. No da crédito.»

#DªManoleitor me encantó como expresión para finalizar este 2023. La administración de doña Manolita ha dado el Gordo de Navidad en 76 ocasiones. Auténtica Terminator. Una de las grandes aliadas del Estado para aumentar su negocio impositivo sobre el juego, el Gordo entre otros muchos.

Imagino al fotógrafo de Nunci a lo largo de la enorme fila ante Doña Manolita, calles y calles. Quizá haga algún reportaje donde cuente que no solo madrileños, sino personas de toda España y otros países, acuden ilusos al gran Centro de Riquezas Anunciadas.

Las colas desde hace meses, me apunta una amiga, y compruebo que efectivamente desde septiembre anda estudiando el Ayuntamiento de Madrid el asunto de las colas, quizá resuelva en 2024.

Las ilusiones son necesarias para nosotros, simples humanos, pero se puede elegir entre tener unas u otras.

Si no elegimos, si las ilusiones se convierten prácticamente en un mandato, comprar lotería de Navidad o cualquier otro, se acaba promoviendo un mayor número de ciudadanos ilusos. Ilusionados sin pensar si quiera la realidad que se les anuncia.

Y muchas ilusiones anunciadas no son reales. Lo saben bien los jóvenes o adultos frustrados, más aún los que llegan a quitarse la vida. Su cifra anual aparece también por estas fechas, escondida debajo de las ilusiones navideñas. 

De las hadas, de las ilusiones, es fácil pasar al sentimiento de engaño. O al conocimiento de la mentira. Lo bueno es que cuanto más conocemos de ella, las históricas o contemporáneas por ejemplo, más fácilmente se detectan las presentes y futuras. Siempre que queramos quitarnos las gafas excesivamente ideológicas o radicales; el centro es el mejor lugar para ver los extremos.

Pocos días antes de que la Fundación del Español Urgente, elija su palabra del año, que suele ser muy benevolente, el periodista Luis Prados de la Escosura reivindica la suya: Mentira, palabra del año

En el artículo pueden leer sus buenas referencias literarias e históricas. Poco voy a añadir excepto que, cada vez más, muchas personas percibimos ilusiones terrenales como mentiras. Cuente con mi voto: debería ser la palabra del año.

Muchos también, digo yo, preferimos quedarnos con las ilusiones que se hacen realidad. Este 2023 hemos recibido muchos libros, cine, arte. Mucha cultura y buenas personas que nos animan a pensar lo bueno que nos traerá el 2024.

Y, para los que gusten de fiestas más desapercibidas, menos escandalosas, les recomiendo un episodio de la serie Carol y el fin del mundo (Netflix).

El 6, «Festividades»
Navidad, Día de Acción de Gracias y Halloween U.S. todo uno, en menos de treinta minutos.
(Otros episodios también merecen la pena)

Felices Fiestas
Felices y Reales Ilusiones

Planeta violento y mujeres

noviembre 25, 2023 by

La violencia, la desigualdad y la injusticia son tan innatas al planeta como infinitos los mensajes humanos pidiendo justicia, paz e igualdad. Y qué poco hemos cambiado en tantos siglos.

Cada ser humano sigue pensando que sus aspiraciones de igualdad y de justicia son las válidas. También utilizando la violencia hacia el otro, o hacia la mujer que históricamente ha sido más fácil.

Violencia que no tiene siempre que ser física, o a la vista de todos, también puede ser maquiavélica para que no salpique ni una gota de sangre y, cual Maquiavelo, se recojan incluso beneficios.

El 1 de noviembre a primera hora de la mañana iba camino de Barcelona al Festival de Cine Asiático, Asian Film Festival Barcelona (AFFBCN), como jurado de la sección Panorama. Era la undécima edición y, a pesar del éxito internacional que está obteniendo la muestra, poco se habla en el país de esta gran puesta en común de películas, venidas de 25 países de Asia y el Pacífico gracias a Casa Asia.

Desde los días previos, a través de enlaces online, mis compañeros y yo nos encontramos con un mosaico de historias diferentes que solo podían encajar a través de ese puzzle artístico que es el cine y, por supuesto, la literatura.

El puzzle contaba con grandes proyecciones, entre las más de cien películas reunidas. Este es el listado de premiadas Habrá que esperar que lleguen a la gran pantalla o a plataformas online, porque como saben hay películas de festivales que no consiguen llegar al público en general.

Respecto a las proyecciones de este festival hay una excepción importante, para los que estén en Madrid. Cine Paz mk2 exhibe el ciclo Nuevas Miradas del Cine Asiático los sábados a las 12h, hasta el 16 de diciembre. También organizado por Casa Asia desde Barcelona y que lleva ya varias ediciones.

Al hablar de historias diferentes contadas por el cine, me refiero también a los diferentes países desde donde se cuentan. Cómo el arte cinematográfico debe mucho al lugar desde el que se realiza y, de nuevo, la desigualdad del planeta, la injusticia y la violencia como marcadores básicos.

En la sección Panorama premiamos como mejor dirección, una película violenta, «Goliath», de Kazajistán. Tras su visionado,  algunos miembros del jurado  comentamos que no estábamos preparados para la violencia en general, para este tipo de violencia en particular que nos llegaba de un país lejano. Aún así, de forma unánime, fue  premiada y hasta llegamos a apreciar su tono tarantino.

El ser humano, una especie única (hasta el momento), con desigualdades infinitas y extremas por todo el planeta, que el cine, como la literatura, nos permite conocer. No es una de esas experiencias personales, tan famosas ahora. Llegamos a otros seres humanos, intentamos conocerlos y entenderlos a través de la visión de un creador, y luego la haremos nuestra. No será la primera vez que nos ponemos en la piel de uno de sus personajes.

El mejor guión de la sección Panorama se lo llevó una joven directora china por: «Green Night». La historia empieza en una aséptica frontera chino-coreana, donde coinciden dos mujeres jóvenes, una de cada país, proyectando desde el principio una radiografía de la diferencia cultural entre ambas sociedades.

Si las mujeres de China y Corea pueden ser muy diferentes, especialmente por la cultura recibida, la directora y guionista tuvo el acierto de mostrarlo. No para quedarse ahí sino, yendo más allá, señalar cómo la violencia hacia las mujeres iba uniendo las historias de las dos protagonistas. Unidas llegan hasta momentos de placer y hermandad imposibles al inicio, por ello el golpe final de la película resulta más imprevisto y la hace inolvidable.

En este Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer vamos a abogar también por la eliminación de otras violencias en el planeta.

Estoy recordando la película presentada en el AFFBCN por una representante de Hong Kong en Bruselas: «In Broad Daylight» (A plena luz del día). El periodismo de investigación consigue que veamos las violencias habituales en un centro para mayores y discapacitados (incluida violencia doble por ser mujer y discapacitada). Basada en hechos reales, la película está arrasando internacionalmente y presentarla en este festival es una gran apuesta por parte de Hong Kong respecto a una realidad que ocurre en todo el planeta.

Que pasen un buen día.

LIBER no es ARCO

octubre 2, 2023 by

LIBER2023 vuelve a Madrid después de su edición pre pandémica del 2019 y la última de 2021. Y vuelve con ganas, superando las cifras de participación y ocupación de aquellos años, y confirmando un importante crecimiento.

Los organizadores, IFEMA Madrid y la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), mostraban su optimismo en rueda de prensa hace unos días ante el encuentro internacional, que se celebra esta semana del 4 al 6 de octubre en el pabellón 14 del recinto ferial.

La industria española del libro se vestirá con todo su esplendor. Y se venderá, especialmente a mercados exteriores; nada menos que 373 empresas de 13 países participarán en esta edición. De ellas, 210 son expositores directos, lo cual supone un crecimiento cercano al 80% respecto al 2021.

Bélgica, China, Colombia, Estados Unidos, Grecia, India, Israel, Italia, Países Bajos, Panamá, Turquía y Venezuela, el doble de países que en la edición 2021, acompañarán este año a Polonia como País Invitado de Honor.

LIBER tiene abundantes programas y sectores representados, además de la plataforma LIBER LifeConnect activa durante un año para que la feria vaya más allá de los días de celebración. Lo mejor es que decidan ustedes lo que más les interesa del programa:
https://www.ifema.es/liber/horario-actividades/programa Y vayan con tiempo para los más que posibles encuentros e imprevistos.

Puede que a ustedes les interesen temas relativamente nuevos en el libro: como la Inteligencia Artificial, sobre la que se espera un nuevo reglamento de la Unión Europea en noviembre, o las novedades en Sostenibilidad, tintas vegetales incluidas.

Personalmente me acerco a LIBER para descubrir lo que se cuece en el sector y por la natural curiosidad periodística. Aún así, me sorprendía que en la rueda de prensa Daniel Fernández, presidente de FGEE, identificara LIBER nada menos que con ARCO, por ser a la vez una feria profesional y general (decía él).

Cómo me gustaría que esto fuera así, pensé rápidamente. Que los lectores y consumidores de este gran sector industrial tuvieran facilidades para acudir a LIBER, e incluso, por qué no, participar. O, al menos, unos días especiales para su visita, como ocurre en ARCO.

De momento, como decía Daniel Fernández, igual que existe un tercio de personas que no toca jamás un libro, existe otro tercio: lectores habituales, entre los cuales hay bastantes lo suficientemente curiosos como para acercarse a LIBER; conocer de primera mano a sus editores, las nuevas tendencias y las últimas novedades literarias, que también se presentarán estos días.

Curioseen, si pueden, en el gran mercado de las letras. Como lectores o como futuros profesionales. En el espacio Microliber se concentran propuestas de jóvenes editoriales y startups.

¿Se animan?

¿20.000 millones de Picos?

septiembre 3, 2023 by

La igualdad laboral de la que hablaba el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, en rueda de prensa el viernes, me hace preguntarme si Mr. Iceta es bisoño o aprovechado en el tema de la igualdad laboral entre hombres y mujeres. Especialmente en este momento del Pico y en este país. Quizás ha estado la mayor parte del tiempo en otra parte.

¿Habría que enseñarle al ministro las cifras de abusos laborales con clara vertiente sexual hacia las mujeres?

En mi caso, son pocos los trabajos donde no haya sufrido esos abusos. A mi edad, son muchos trabajos. Ya con la Constitución publicada, esa que él sigue pregonando como bálsamo de Fierabrás 45 años después.

Estamos ante uno de esos textos constitucionales que, demasiadas veces, sirven de publicidad, o de mentiras (si hablamos sin tapujos), para ocultarnos la realidad que hemos palpado bien en todos los años habidos desde su promulgación.

Un intento de encubrir lo que vivimos, tan zafio que me recuerda la frase: una mentira, mil veces repetida, se convierte en una verdad. Joseph Goebbels.

El Día del Pico, 20 de agosto, que permanece en la mente de todos y no se sabe hasta cuándo -desbancando la famosa película de 1983, «El Pico»-, ese día cada uno recordará dónde estaba cuando se transmitía el suceso en directo, internacionalmente. Yo, con una amiga y su tele. Ella lo vio y se escandalizó. Reconozco que me perdí el directo, mirando en ese momento a la Casa Real allí presente. Aunque luego lo he visto en diferido hasta la saciedad estos 15 días.

Una semana después del DíaP, ya con la mayoría de reacciones habidas y por haber en la mesa de actualidad, hablé con esta amiga. ¿Cómo no se defendió Jenni?, me espetó. De un pico habrá veces que te puedas defender pero la mayoría no, según mi pequeña experiencia, le comenté.

La agresión, en humanos y otras especies, es mayoritariamente con alevosía, no vía anuncio para que te puedas defender. No te van a preguntar ¿te doy un pico, una bofetada o puñalada?, para que te enteres antes… Se agrede al que se piensa que no se puede defender y en un momento preciso. Lo otro queda para la imaginación del rubio y similares.

Si alguien te roba algo o te ataca de alguna forma, intentará hacerlo sin aviso previo (primer curso del Manual de Delincuentes) Recuerden, por su bienestar, que ni rateros ni asaltantes, de forma previa, se les presentan y preguntan si pueden.

Mi pequeña experiencia, de la que hablaba antes, es solo de dos picos no consentidos. Uno fue de un supuesto amigo, que todavía hoy utiliza la amistad por si cae (ya me entienden). Porque algunos no se rinden, sea en pequeñas historias como la mía o en la RFEF o, todavía peor, en asesinatos y violaciones a mujeres. Un «no rendirse» que solo los menos llevan como lema hasta la muerte, de algo han valido las luchas feministas en esta parte del mundo. En todo caso, el no rendirse es una característica importante del Manual del Agresor Machista, como seguramente habrán visto en casos reales y ficcionados, como la serie sueca basada en hechos reales que recomendé en redes hace algo más de una semana: El Manipulador.

El pico del que les quiero hablar más fue el segundo, tras un programa de radio en directo. La radio era aquella emisora FM que tenía el Círculo de Bellas Artes. Que, como todo lo culturalmente excepcional en este país (se podía hablar de los percances de Luis García Montero y otros intocables ya entoces), como todo lo culturalmente excepcional acabó asesinada. Luego, se repartieron las suntuosas ganancias de la muerta. Ganancias legales, gracias a Zapatero pero, en mi opinión, no legítimas. Ni justicia ni razón había en el asesinato que las generó, tampoco las hubo en el reparto según fuentes del Círculo.

El Pico 2 fue hace 15 ó 16 años, aproximadamente. En aquel programa en concreto invité a dos personas para hablar de cultura, edición y políticas. De los dos invitados, el personaje más político y poderoso -una vez finalizado el programa en directo a las 23h, y fuera de la santa entidad cultural- decidió no despedirse con el clásico par de besos, sino con un pico asqueroso, justo antes de esconderse en su taxi.

Ese pico iba con lengua, rugosa y áspera como la de un gato. Un segundo, pero asqueroso, tanto que me dejó KO. Él es un señoro muy conocido e importante todavía, defensor de todas las causas justas y humanas que pueda haber en el mundo. Pero nada que ver con lo que tuvo que suponer para Jenni la retransmisión en directo a todo el mundo después de conseguir una copa internacional del deporte rey.

En el caso de Jenni, por suerte, tenemos la explicación dada por la ministra alemana de exteriores a su país: Como si Angela Merkel le diera un pico al capital de la selección nacional alemana tras su victoria mundial en 2014. Impensable, dice. En Alemania.

Aquella noche de mi Pico 2, al llegar a casa intenté solucionar mi caos mental. Decidí que lo mejor era actuar como si no hubiera pasado nada; al fin y al cabo seguramente nadie lo vio, o no contaba con un testigo conocido, dada la nocturnidad, la rapidez y el anonimato de la calle. Y, por supuesto, nada quería con aquel ser.

Los que dicen que un pico no es nada, pueden tener razón en muchas ocasiones. No, cuando se trata de un abuso de poder, en mi opinión y según la ley. El autor del primer pico, no tenía entonces poder que me pudiera afectar, ni lo tiene ahora. El autor del segundo pico, sí tenía poder entonces y ahora. Claro que me podía y puede afectar en el trabajo como periodista, a eso estamos más que acostumbradas.

Siguiendo el Manual del Agresor Machista, que comentaba antes, el pico no se quedó ahí. Como ya imaginarán, el señoro de izquierdas me llamó al día siguiente. Me preguntó amablemente, y muy sonriente (a saber qué hacía con las manos), qué tal estaba y qué me pareció «lo de la noche anterior»

Tenía la respuesta preparada: bien, todo bien.
Él siguió riéndose y dijo: ¿bien, todo bien? Y, con voz más cálida: ¿no pasó nada?
Fui cortante y le dije: seguimos en contacto ya sabes, para cualquier tema que sea de interés cultural. Hablamos. Un saludo.

Y ahí seguimos, año tras año ajena a los poderes que han gobernado este país desde aquella bonita Constitución. Esos que continúan preguntando sutilmente (piensa en ellos): ¿solo trabajo?

A día de hoy, no me apetece hacer públicas las propuestas sexuales de hombres poderosos y mujeres (a pesar de no ser lesbiana, todavía). Esas propuestas que, de ser aceptadas, indudablemente mejorarían la situación laboral y económica de una, como le ocurre habitualmente a muchos y muchas, en un país y en un sector donde una cama cuenta más que cualquier mérito. Y cuando sabes que no aceptar las propuestas tendrá consecuencias contrarias, negativas.

Este artículo, ¿20 millones de picos?, es producto de una pregunta. Cuántos picos de abuso de poder habrá habido en las últimas décadas, cuántos habrán aupado o cancelado a hombres y mujeres.

Aunque haya mujeres y hombres que no hayan recibido ni un solo PICOAbusoDePoder en toda su vida o hasta el momento, puede haber millones que hayan pasado por esa desagradable o fructífera experiencia, y que no quieran o no puedan escribir sobre ello.

Otra pregunta, quizás necesaria, ¿imaginan que una mujer es tan tonta como para decir sí a un pico, a priori, en plena celebración por haber llegado y ganado un mundial de fútbol, ser una campeona mundial, al lado de Casa Real y con todo el protocolo y difusión internacional?

Los escándalos que se internacionalizan con dos hashtag, como #Meetoo y #Seacabó, por un pico o cualquier otro suceso o realidad, podrían llevarnos a la reflexión, al diálogo y a la toma de medidas oportunas. Avanzar en nuestra sociedad, generalmente silenciosa y «bien hablada», es decir: hipócrita.

Avanzar sin pelos en la lengua (curiosa expresión en este ámbito de labios y besos), perseguir reformas sociales necesarias, en materia de igualdad -como en tantas otras materias-, lo que de momento está en las antípodas de nuestra sociedad. Preferimos seguir como zombies, sin mirada, sin presente ni futuro claros.

Nos salva que no vivimos en una autarquía, los escándalos cruzan fronteras. A través de ellos -la vergüenza y el daño que conllevan para la sociedad- hay una posibilidad, una posibilidad de que los avances marquen el camino.

La comedia de las elecciones

julio 16, 2023 by


No va con segundas o no es una alusión directa al proceso electoral que esperamos devuelva la serenidad al país tras el 23J.


La comedia que les quiero recomendar es «Entrevista con mi hija Mari» de Antonia San Juan. El título del artículo es así porque no pensé que una comedia me fuera a hacer reír tanto, en estos tiempos afectados por el 23J.

No paré de reír durante toda la actuación de la actriz. Solo reduciría el papel inicial del entrevistador, Yeyo Bayeyo, demasiado explicativo sobre su programa de entrevista y testimonio, que se resume en una palabra telebasura. Un tipo de programa al que, por cierto, han acudido bastantes políticos.

La actriz, dramaturga y directora se ríe de todo, y también de nuestros políticos que más alto llegaron, los presidentes de gobierno de la democracia. Ella los llama «Reyes», puesto que habían alcanzado el «Trono». ¿Cabe mayor ironía sobre la realidad? ¿No son ellos cada vez más absolutistas?

La mayoría, por no decir todo el público, no pudimos parar de reír. Personalmente nunca me reí tanto con una comedia, ni de cerca. Ni con El Brujo, ni con ningún otro espectáculo.

Antonia San Juan no es solo sencilla, directa, honesta y cómica. Es inteligente, única e irrepetible. Como lo lleva siendo en todas sus actuaciones, producciones, guiones y otras artes, y también como dramaturga y directora.

Desde el Teatro Pavón a casa, seguía riendo. Había visto una función que dentro de la comedia mostraba las miserias de este país. En muchos planos: familia, marido, hijos, novios, vecinos, dinero, trabajo, pagas del estado, iglesia católica, visita de marcianos, y otros muchos apartados, la lista es inmensa.

La miseria periodística también incluida. No solo por el formato telebasura. Directamente la actriz escribe que si un hijo suyo estudiara cuatro o cinco años para acabar cuchicheando a la puerta de un famoso, acababa con él de un bandazo. Su madre, su abuela, etc., llevaban haciéndolo toda la vida, y a ver qué estudios necesita eso…

El programa de TV se llama «Húndeme». Y realmente quiere hundir al invitado o invitada. Y también lanza la pregunta: ¿quién es el verdugo: el presentador o la audiencia? Y yo preguntaría también, ¿en qué sociedad estamos en la que el entretenimiento se basa en humillar y hundir al otro?

A los que dicen que ayuda a las personas mayores, poco aprecio les tienen a estas. El entretenimiento, como la comida, debería ser cuidadoso, no se merecen lo que se les ofrece: veneno e higadillo. Quizá les damos ya por perdidos.

¿Cómo se pueden llamar periodistas los que empezaron su «profesión» buscando entre las basuras de los famosos? Se pregunta Antonia San Juan. Los medios de comunicación, especialmente los televisivos, se vuelven cada vez más un hazmerreír. Y un proceso cancerígeno que acaba con la salud de la sociedad. Una involución social pactada por los grandes poderes. Hasta en las facultades de periodismo se estudia, desde hace mucho tiempo, este tipo de basura.

Por todo ello esta comedia es tan importante, nos hace reírnos de nuestras miserias sociales, la falta de servicio social en televisiones, tanto públicas como privadas.  Y señala la razón de todo esto: el dinero. El que da la audiencia de TV, el dinero que se les da a los invitados, a los presentadores a los guionistas y a los técnicos. Enorme la diferencia que hay entre trabajar para prensa o TV.

Esta comedia tiene larga vida, mientras seguimos sumidos en elecciones políticas donde lo único importante es alcanzar el poder y el dinero, lo cual afectará a toda la sociedad, y hasta al Planeta mismo. Elecciones tras elecciones, todas iguales, con los mismos objetivos materiales.
La obra la pueden ver antes del 23J o después. De momento se ha prorrogado hasta mediados de agosto, y puede que más (su estreno fue el 2 de febrero). Si Feijóo gana el «trono», volvería incluso a verla, solo por la caricatura que le podría hacer Antonia San Juan.


La dramaturga llama a todos los «reyes», pidiendo un trabajo para su hijo de 57 años. Esa es la excusa para hablar con ellos y, sin duda, una de las guindas del pastel (que alimenta sanamente), ante la situación laboral del país para jóvenes y cincuentones.
Frente a procesos electorales que los políticos utilizan para maltratarse entre ellos y mentirnos a nosotros, es casi una necesidad que podamos disfrutar de la ironía y el humor de esta obra. Que respiremos genialidad y creación artística que nos permita seguir vivos, y no como borregos.

Y finalmente me pregunto ¿cómo puede haber tanto dramaturgo pomposo copando las instituciones públicas teatrales?, cuando hay grandes mujeres dramaturgas que tienen tanto que decir, y a tantas nos las estamos perdiendo. No las que van  apareciendo en los telediarios, como cuota femenina, sino mujeres como Antonia San Juan, tan original e inolvidable que me hizo hasta recordar al maestro Valle-Inclán. Pero ella misma le decía al presentador que la tildaba de machista: «ni ud. ni nadie va a acabar con el patriarcado».

Ni acabamos con el patriarcado, ni con las instituciones culturales políticamente correctas. Si alguien no se adapta a esa corrección, no tiene nada que hacer, así desde hace siglos y hasta ahora. No sé si recuerdan el reciente caso de Coral Bistuer, en la anterior Consejería de Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid, aquí lo que dijo, incluyendo a la Consejera que ahora va de número dos de Feijóo por Madrid.

Los mediocres alcanzan el poder temporal, de los genios culturales será la historia, si hay suerte. Porque nuestro desastre político arrasa también con la cultura, ¿Para que darle a otro «rey» un cheque en blanco, un poder absoluto del que dependerá toda nuestra vida, y que solo servirá para que a su vez entregue sobres a los amigos?


Para los que piensen que no he hablado de la obra comprendan que es mejor que la vean porque resumir los juegos de palabras, acentos (empezando por el dulce grancanario), entonaciones, sutilezas, ironías y genialidades, sería simplificar demasiado esta comedia, y hay que verla.

O al menos leer el texto. En formato de libro o cómic sería otro éxito.

Patrimonio Cultural

junio 28, 2023 by

«Patrimonio» es el libro de Philip Roth de la última sesión del club de lectura: «Literatura Judía Contemporánea».

Dos horas hablando de la obra, y una persona solo comentaba su rechazo; porque le removía realidades personales y la realidad suele ser más cruda que la elaborada en los libros.
En todo caso, los 15 estuvimos de acuerdo en que el patrimonio más importante, en este libro, era el inmaterial o cultural.

Además del origen y desarrollo de una persona en su propio hogar, y la cultura y religión que recibe, más o menos aceptada, también comentamos las diferentes condiciones sociales y políticas que vive cada generación.

Del antisemitismo que sufrió el padre de Philip Roth, especialmente en su trabajo, se logró cambiar al actual reconocimiento a los judíos en Estados Unidos.

Intentamos solo hablar de esta obra y del autor.  Y suelen dejarse pensamientos en el tintero y surgen otros nuevos, que es lo bueno de compartir lecturas entre personas diferentes.

Personalmente me pregunté, días después, por mi patrimonio, por nuestro patrimonio: lo bueno y lo malo, como hace Philip Roth, y, más allá de las cuestiones personales, me pregunté por el patrimonio social, cultural y político recibido.

Nacida en la última década de la Dictadura de Franco. Vivida la Transición como una cría. Además de esas etapas, que no olvido, seguí cuestionando lo recibido desde los primeros gobiernos socialistas y populares a lo largo de 40 años.

Normal y lógico que en lo social haya habido mejoras pero, cuando comparo España con otros países europeos, me sigue pareciendo «pobre» nuestra fortaleza como sociedad cultural.

Un pensamiento que no ha variado desde mis quince años, cuando hice mi primer intercambio lingüístico con UK, a través del colegio. Entonces observé que íbamos cuarenta u ochenta años atrasados; en materia escolar, social, cultural, política y personal. En lo que yo empecé a llamar, Cultura en general.

Sigamos con esta breve recapitulación del patrimonio pasado, el actual que vivimos, y lo que podemos esperar en el futuro, llámese patrimonio o cultura en general.

Los avances sociales y políticos no han llegado rápidos y ligeros, no; conservamos en la actualidad demasiadas trabas, algunas persistentes desde hace siglos: burocracia, amiguismo, corrupción, grandes lagunas culturales y, sobre todo, un país destructivo consigo mismo.

La falta de cultura auténtica (no la que se vende con dinero público o privado) nos ha llevado a ser cada vez más escépticos y anárquicos. Hasta el punto de que ante unas elecciones generales, a muchos, culturalmente, nos cuesta confiar en uno u otro partido, sea antiguo, nuevo, o que esté muriendo. ¿Y cómo confiar en una ley electoral del 85, que pide a gritos su reforma?

En el club de lectura hablamos también del choque habitual entre generaciones, en buena parte irremediable pero sobre el que nunca he visto trabajar en España de forma seria. Dar dinero público a los jóvenes, con un bono «cultural» no acerca generaciones.

Las elecciones del 23J están metiendo tanto ruido y tan poco seso, como comentaba hace un mes en Murió Gala y la serenidad, lo cual sin duda nos está afectando a todos. Quién no lo está.

¿Qué patrimonio nos están dejando los partidos políticos españoles? De patrimonio material no hace falta que hablemos, porque ya sabemos que nuestra capacidad adquisitiva ha bajado hasta límites insospechados, mientras las élites políticas y económicas aumentan el suyo.

¿Y patrimonio político inmaterial, cultural? Si alguien quiere responder a esta cuestión, por favor, háganlo.

¿Es el patrimonio político cultural el que nos ha llevado a este presente, donde unos reivindican el neofranquismo y otros el comunismo, habiendo conocido en las propias carnes, o ajenas, su paso por Europa?


¿Con cuál de los dos patrimonios nos van a cargar nuevamente? Oposición incluida, que también nos dejará su propio patrimonio cultural y malgastará, junto al próximo gobierno, nuestro patrimonio económico

¿A quien le daremos el poder político y económico para que haga lo que quiera?
No pienso votar (ya lo comenté en las anteriores elecciones), ni a unos ni a otros. Los resultados, sean los que sean, llenarán los bolsillos de las falsas estrellas de este circo. Mientras siguen las colas de hambre, por no hablar de penurias culturales. La realidad no está en los rancios discursos políticos.

Habrá quien dirá, incluso añadiendo la palabra «culturalmente», que prefiere uno u otro extremo. Así ha ocurrido y ocurrirá. La supuesta «cultura», bien engordada por unos y otros.

Por último, gracias a todos los que vinieron al club de lectura «Literatura judía contemporánea». Para que no vuelva a gobernar el antisemitismo, u otros ismos.