Lo bueno y preocupante de un blog es la dependencia que crea. Pasando los días el mono crece y, aunque son buenas las etapas de desintoxicación, llega un momento en que el mono no para de chillar, reclama su dosis, y atrás quedan los avatares de la propia vida, los más personales, o los de las crisis económicas y laborales que nos acosan. Aunque al final todo se relaciona.
Surge el título: Huérfanos culturales. Una expresión, una idea, un desahogo, o una sobredosis que, como en este caso, alguien nos facilita. La orfandad cultural es la idea que destila y desagarra el último programa con Juan Ignacio Ferreras. Él expresa su dolor por la falta de cultura en este país, la que vivió fuera y también a la vuelta. Y lo relacionaba con los muchos que ahora tienen que dejar España, una nueva orfandad como otras anteriores por motivos económicos, pero que también tiene mucho de la miseria cultural actual en un país donde como nunca se premia el compadreo, cuando no la mafia, y donde el trabajo ocupa el último lugar de valoración social. No hablemos ya de cultura, sobre todo si es de libros. Si es de Cine es otra cosa (no hace falta debatir aquí si es cultural o anticultural buena parte del cine que se hace), el caso es que se habla. Y cómo se habla, qué exceso, cuánta publicidad, qué verborrea más tremenda.
El domingo pasado viendo el inicio de la Gala de los Goya 2012, mi espontaneidad tan poco correcta a veces quedó grabada en las redes sociales: “Jaja… ¿puede haber un inicio más patético para los Goya 2012?”. En fin, luego hubo de todo: alguna gracia, alguna imagen, alguna palabra. Pero seguía el tono casposo. No tengo ni idea de quienes son los guionistas, que me disculpen, pero o son inexpertos sacando al Presidente de la Academia de Cine como un Don Hilarión cualquiera, o el próximo año se modernizan y sacan a Franco inaugurando pantanos. “España contra la modernidad” se titula un libro de Ferreras. Hay una conciencia colectiva que no puede seguir riéndose de lo mismo que hace 90 o 40 años (lo de los 90 es porque Don Hilarión llegó al cine en 1921).
Lo de la publicidad y verborrea lo decía, primero, por la gala. Quizá en TVE, difusora oficial del evento, no se han dado cuenta que muchos telespectadores distinguimos entre información, entretenimiento y publicidad. O quizá están tan acostumbrados a mezclarlo -hasta en los telediarios- que ya es un defecto de fábrica. Pero sigamos primero con la gala:. ¿Qué hace un locutor de RNE alabando hasta el babeo a cada premiado con frases grandilocuentes y voz de rosal de pitiminí? ¿Información, entretenimiento, publicidad? Pues alguna de las tres cosas debía ser, no me pregunten cual.
La publicidad y la verborrea seguían al día siguiente en “el resumen del cine español el último año” según una Tele, seguramente TVE, que es juez y parte: muchos de sus fondos públicos financian las películas galardonadas, o nominadas, en ese fastuoso evento. Y es que los intereses empresariales o institucionales lo arreglan todo con la publicidad. Este lunes la mayoría de las informaciones, sobre todo las más populares, las de las televisiones, coincidían alabando, vendiendo, un cine nacional que sigue estando a la cola de los grandes países de Europa. Si investigabas por internet, alguna crítica había a la gala y a nuestro cine, pero poca cosa. Si me he perdido algo, por favor me lo envíen.
Menos mal que en este Planeta siempre nos quedará el cine…, de otros países. Incluso su literatura, (antes que el cine, porque lo del séptimo arte es estar muy a la cola especialmente en ciertos casos). Y nunca estaremos del todo huérfanos, ni aunque se vayan los grandes maestros de las letras, porque nos dejan eso, sus letras, sin artificios ni anuncios entre medias (salvo que sea literariamente conveniente). Estamos preparando un programa de despedida a Wislawa Szymborska (esperamos que para marzo), leyendo y releyendo a esta poeta de las incertidumbres que acaba regalándonos muchas certezas, como en estos versos de su poema Laberinto
En algún lado debe haber una salida,
eso es más que seguro.
Mas no eres tú quien la busca,
ella te busca a ti,
Es ella la que va
tras de ti desde el principio,
y este laberinto
no es otra cosa que tú,
sólo tú, mientras se pueda,
sólo tú, mientras sea tuya,
huida, huida –
Poemario «Dos puntos». Foto de Jorge Díaz Martínez )