Este tipo creció en una zona rural de Canadá donde las casas no tenían número. Para él fue un descubrimiento comenzar a moverse entre calles que sí numeraban sus edificios, esto las hacía importantes. Luego vinieron ciudades pronunciadas como Toronto o Nueva York.
A través de la autopista de peaje de Nueva Jersey comenzó a distinguir los nuevos Pontiac de 1955 y asomado de puntillas desde lo más alto del Empire State Building observaba con la frente pegada a la barandilla a los minúsculos taxis amarillos que se escurrían a toda prisa entre el asfalto. ¿Fue éste entonces el comienzo de su largo y eterno romance con los coches?
A través de su segundo libro Special Deluxe, Neil Young nos conduce a su memoria y alrededor de cada uno de los coches de los que se enamoró nos traslada a etapas importantes de su vida: su música y todos los artistas con los que compartió estudio, el nacimiento de sus hijos, matrimonios y rupturas. Y al hablar de su relación con los automóviles explica qué piensa sobre el cambio climático, el calentamiento global y las políticas adoptadas por los Estados Unidos ante estos retos mundiales.
Músico y compositor, considerado como uno de los más influyentes de su generación. Para él su vida tomó su propio rumbo en los años 60: un hogar fracturado, su flechazo con los coches y la música marcaban definitivamente su adolescencia. Con el dinero que ganaba como repartidor de periódicos, comenzó a comprarse cosas, lo primero fue una guitarra Harmony Sovereing. Ensayaba sin parar y formó su primer grupo, Los Jades.
Su tiempo lo inundaba la música. Su pérdida de interés por los estudios la sustituyo por las horas de ensayo, tocar con algunos grupos y observar a los músicos en directo. Por aquel entonces, su madre cada vez bebía más, hubo un tiempo en el que pareció mucho más feliz pero luego parecía que siempre sostuviera una copa en su mano en algún club.
Con la emoción de los primeros seguidores de sus conciertos y la juventud pegada a los talones vino su traslado a California donde fundó Buffalo Springfield. Más tarde comenzó su carrera en solitario que ha durado más de 45 años y 37 álbumes de estudio hasta 2015. Swing, blues y rockabilly, hasta llegar a ser uno de los mejores compositores e intérpretes de rock and roll.
Las largas autopistas que marcaban la trayectoria de su vida, el ritmo personal de sus canciones y la colección de coches que lo ha ido atrapando, le han convertido en un coleccionista amante de los detalles de sus automóviles. Asientos espaciosos de piel color rojo y negro, embellecedores cromados, salpicaderos brillantes y largos viajes cautivadores, marcan a este tipo tan genuino en su estilo y en sus letras.
En su rancho al norte de California, nació su primer hijo Zeke, que sufre un caso leve de parálisis cerebral. Aquel momento de estabilidad se refleja en algunas de sus canciones “A Man needs a Maid”.
En medio de la carretera, más cerca de la cuneta que de un camino trazado con líneas rectas, conoció a Pegi Morton con la que contrajo matrimonio a finales de los 70 y con la que tuvo dos hijos, Ben y Amber. Ben sufre tetraplejia y parálisis cerebral y para saber cómo interactuar con su hijo, fundó junto con su mujer Pegi una escuela donde poder integrar a los niños con necesidades especiales mediante el empleo de sistemas de comunicación alternativos y tecnologías de apoyo.
A lo largo de sus años de matrimonio, Young compuso varias canciones inspiradas en su mujer como «Such a Woman» y «Unknown Legend», del álbum Harvest Moon y “Once an Angel” del álbum Old Ways.
Su música ha influido a otros muchos grandes como Nirvana y Pearl Jam, convirtiéndolo en el padrino del grunge y en un tipo de eternos viajes.
When somebody is haunting your mind,
Look in my eyes. Let me hide you
From yourself and all your old friends.
Every good things comes to an end.
“Drive Back”