Despedidos por el poder

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Fernando Savater despedido por el diario El País (PRISA) ha sido la comidilla esta semana. La mayoría de las personas que encuentro están indignadas pero, hay algun@ que todavía ni se ha enterado, porque solo lee ese periódico y así se considera informada.

Estamos en 2024, y todavía parece la década de los 80, o mucho antes, cuando uno tenía que llevar siempre el mismo periódico.

Lo de leer varios periódicos queda para pocos, o seguir en Twitter (ahora X) cuentas enfrentadas. Ver distintas perspectivas, e incluso distintos contenidos según su procedencia, no acaba de calar en la sociedad española, aunque poco a poco vaya mejorando.

A Savater le preceden a otros ilustres despedidos por el poder. Y digo bien, poder, porque PRISA -Vox populi, vox Dei- está en manos del poder gubernamental, como nos ha demostrado una y otra vez, por si acaso no lo hubiéramos visto desde los años de Zapatero (ZP), lo que además nos ha venido a recordar la repentina muerte de Miguel Barroso.

El lugar del exsecretario de Estado de Comunicación de ZP, trabajando entre la Moncloa, PRISA, RTVE y algún otro medio público,  durante dos décadas, ha dejado un vacío tan grande que todavía está por ver si serán necesarias varias personas para llenarlo. En todo caso muchos amigos tiene el difunto -o compañeros ideológicos de comunicación gubernamental- que alegremente escalarán posiciones.

El caso Savater me ha recordado a esos otros ilustres despedidos por el poder. Fundamentalmente a dos, aunque hay muchísimos otros afectados por no llevar el carnet de un color. O el carnet del otro color que, a la hora de manipular los medios de comunicación, la diferencia entre Izquierda y Derecha es pequeñita.

El primer ilustre despedido por el poder, a quien tuve el placer de entrevistar en «El Planeta de los Libros», fue Carlos carnicero. Pueden escucharle en el programa 223, de abril del 2012: Libertad de expresión

(Recuerden, todas nuestras direcciones son HTTP no HTTPS, a las que cambia Google para acceder. No queremos que Google sepa de nuestras vidas más de lo que ya sabe)

Carlos Carnicero había sido despedido del programa «la ventana» en la cadena SER (PRISA) en julio del año anterior. A los nueve meses conservaba un retrato inmejorable de su despido por el poder.

Lo recordaba bien porque cuando el poder despide, o cancela, lo hace de forma cruel. Aquel día pude sentir su corazón dolido, especialmente cuando me comentaba que la propia directora del espacio radiofónico, Àngels Barceló, no se había dignado siquiera a hablar con él. Ella que tanto habla, tanto como juez y como parte.

El poder es cruel con los despedidos y también lo es la «Carne gobernada» (el libro de Savater, que no nos llegará porque el Grupo Planeta sigue censurando a El Planeta de los Libros. Otro poder patrio que hace lo que le da la gana). La carne gobernada no hablará ya con esos despedidos. No me extraña que Carnicero se fuera a vivir lejos de España.

Además, hay mucha carne gobernada que en primera fila se pelea por llenar el vacío que deja el despedido. En el caso de Carnicero fue el hijo de Arsenio Escolar, que tanto ha trabajado para el PSOE: Ignacio. De él habla, y no muy bien, Carnicero en ese mismo programa. E incluso de su señora de entonces y su cargo directivo en RTVE.

Nos está quedando un puzzle precioso: PRISA, RTVE y el Grupo editorial Planeta.

El segundo ilustre despedido, aunque como decía al principio hay muchos, es para mí Antonio Elorza. Fue despedido poco a poco, otra táctica del poder; como para que no se note (ingenuos no, maquiavélicos). Te empiezan a hacer feos, «bullying», como a una misma le ocurrió en Radio Círculo, y te vas o te echan.

El caso de Elorza, y otros, no ha recibido tanta repercusión social y fue en 2022, no hace tanto tiempo. Él mismo lo ha explicado en sus artículos. Nos gustaría entrevistarle también, no solo por eso sino sobre todo por su gran labor como historiador para con este país. Lo intentaremos si el deslustrado poder nos lo permite; ya saben que hasta pequeños espacios como éste son leídos, vigilados y apartados.

A pocos días de la celebracion del patrón de los periodistas (24 de enero), recordarles dos máximas que apenas se aplican en este país.

«El periodismo es independiente o no lo es»
Es decir, se convierte en propaganda; muchas veces el mismo contenido, pero desde la perspectiva del poder todo ha cambiado. Bien envuelto en papel de regalo, que se vende mejor.

«Sin periodismo no hay democracia». O lo que es lo mismo, sin periodismo independiente la democracia va camino de dejar de serlo.

Por último para que vean el deslustre al que se enfrenta el periodismo, en este país, recibo esta semana una convocatoria que reza así: «El Instituto Cervantes celebra el valor del periodismo como eje de la cultura y la democracia, la próxima semana»

¿A qué tipo de periodismo se referirá? Ojiplática. Con todos ustedes, este lunes 29, la llamada censora de El País, que echó a Savater y a Elorza: Pepa Bueno (solo está ahí desde el 2021), junto a Iñaki Gabilondo y Mara Torres.

Acaban el martes 30 con otra bomba. El recibimiento al exsecretario de Estado de Comunicación de Pedro Sánchez, Miguel Ángel Oliver, puesto a dedo hace poco más de un mes como nuevo director de la Agencia EFE. Nos faltaba la cuarta pieza del puzzle: EFE.

Bien coordinadas todas las piezas por el poder gubernamental. Junto al poder mediático, el cultural. Y todos ellos pagados por nosotros.

La intención, evidentemente, es estancarnos. Que al fin significa: ir hacia atrás. En estos, como en tantos otros asuntos públicos.

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