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A la vera de Pessoa y Camões

septiembre 13, 2021

Otra temporada más. Nunca hay que renunciar a la libertad de expresión y a la verdad, salvo que se sea político (permítanme la broma, o melancólica verdad), en España y en la mayoría de países. Es verdad que en España, si se miente más y mejor, se gana más. Otras sociedades son más escépticas. La mentira está hace décadas al alza y ahora más en España, con esos políticos que se quieren llamar periodistas o, al menos, tertulianos. Tenemos que poner un límite al exceso de politización, sobre todo cuando la política es tan mala. Dicho lo cual, paso a comentar el inicio de la 18ª Temporada. Seguramente será solo en Redes Sociales y este blog, donde tuvimos que refugiarnos desde el inicio de la Pandemia. También confirmar lo que muchos ya intuyen por los últimos enlaces: la mayor parte del tiempo estamos en Lisboa; me gusta decir que con un pie en Madrid, acudiendo cada dos por tres, como pez al que le gusta bailar entre dos aguas.

Estamos tan acostumbrados a la perspectiva territorial que nos perdemos las ventajas (y algún inconveniente) de vivir entre dos países, incluso siendo tan cercanos como España y Portugal. Ya se ocupan los gobiernos de alejar lo que física e históricamente está tan unido. Es ingenuo pensar que con la Unión Europea estos dos países podían quizás mirarse un poquito más, favorecer sus comunicaciones. Ahí tienen la última propaganda que nos llegó directamente de la UE el 1 de septiembre: “Conecting Europe Express”. Después de año y medio sin tren Lisboa-Madrid, después de 18 meses en que la vieja línea fue cortada por la pandemia, esta bella mentira salía de Lisboa rumbo a Madrid. Ojo, en El Año Europeo del Ferrocarril. Vergüenza ajena, sí. En Portugal hay excelentes reportajes sobre esta desconexión sinrazón, en España como es habitual ni se quiere ser testigo de ella (salvo alguna voz que se alza en Extremadura, que tampoco es que se escuche mucho)

Este mes de agosto me he encontrado a bastantes españoles visitando Lisboa y alrededores: Sintra, Setúbal, Sesimbra. A veces me confundían con una portuguesa, a veces yo a ellos. Donde más diferencia hay es en el carácter tranquilo de los portugueses, en lo respetuosos que son. Aquí por ejemplo vas a la feria del libro e incluso con todo tipo de chiringuitos para comer y beber, la feria transcurre sin aglomeraciones ni empujones. En Madrid me dicen que hubo colas kilométricas este fin de semana en la Feria del Libro, por la falta de organización. Quizá somos así, poco previsores e invasores por naturaleza. Y ojo que Portugal también está reparando sus heridas coloniales, pero oiga no escucho ninguna estridencia. Es más, con la muerte de Sampaio se oyeron condolencias desde todo el antiguo imperio lusófobo, y hasta del presidente chino.

Hablando de literatura, que es lo que más les puede interesar, se espera un otoño caliente en Lisboa. Solo mencionar algunos eventos, los que pueden sonar más a oídos y ojos españoles. En octubre, Congreso Internacional de Pessoa. El Nobel no solo tiene esculturas tan famosas como la de la foto en Lisboa, también su casa (recuerdos a la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre en Madrid que siguen luchando para que nuestro nobel la tenga, y ya van 26 años). Entre la Casa Fernando Pessoa, convertido en Centro de la Poesía, y el reconocido Museo Calouste Gulbenkian, se volverán a reconocer las palabras del poeta.

En noviembre, el 16, arranca el centenario del nacimiento de Saramago. No será una foto del primer ministro y poco más, como ocurrió en Lanzarote. Aquí ya se anuncian cinco grandes conferencias coordinadas por el escritor argentino Alberto Manguel (al que hace años entrevistamos) y, por supuesto con la organización y apoyo de la Fundación que lleva su nombre.

El mismo Aberto Manguel participa en los actos conmemorativos de Dante por su 700 aniversario, con una esperada exposición de Marionetas, que esperamos disfrutar. No olviden la importante tradición portuguesa que hasta tiene un bello Museo de Marionetas en Lisboa, y otro en Oporto.

Y llegamos, como no, a Camões, siempre presente en la literatura portuguesa. En España solemos llamarle «el Cervantes portugués», y no se trata de llamar a Cervantes «el Camões español» pero nuestro Miguel admiró profundamente a Luís, como escritor y como soldado. Lo recuerdan bien en este diálogo el entonces Director del Instituto Cervantes en Lisboa, Javier Rioyo, y Juan Manuel de Barandica y Luxán, Exembajador de España en Portugal en el Diário de Notícias portugués, comentando además la etapa de Miguel en Portugal, donde llegó el año siguiente de la muerte de Luís. En mayo de este 2021 el gobierno aprobó un programa de conmemoraciones por el V Centenario Camões, del 12 de marzo del 2024 al 10 de junio de 2025.

Por supuesto, en Portugal también hay crítica a la acción política sobre la cultura. No todo son flores. Eso sí, todavía no he encontrado aquí algo parecido a la Cultura de la Ceja de Zapatero, que ya lleva comprando voluntades tantos años. Hasta ahora había cierta sutileza pero, de acuerdo con las informaciones de unos y otros medios, cada vez menos sutileza y más cara, que quizá eso es lo único que no le falta al flamante Ministro de Cultura. Les dejo con uno de los resúmenes que me ha parecido más acertado, el de Víctor Lenore en Voz Populi, sobre los dineros para viajes al extranjero -en esta España necesitada- solo para escritores; solo para escritores amigos: https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/miquel-iceta-mamandurrias-culturales.html

Aquí no acabará este nuevo despropósito político, seguro que será jugoso saber en qué termina tanto viaje. Me sigue sorprendiendo lo fácil que se venden algunos por un viajecito, será que a nosotros nos gusta viajar sin ataduras. Y, ya saben, si se dan una vuelta por Lisboa, avisen. Y que sea pronto, empezamos en Lisboa y no sabemos donde terminaremos esta temporada 😉

Este verano, pueden elegir Nobel

julio 22, 2018

Portada revista satírica: «esos animales que nos gobiernan»

La 14ª Temporada de El Planeta de los Libros terminó a trancas y barrancas. Eso sí, con el placer de contar en junio con dos mujeres excepcionales: Georgina Higueras (Planeta China) y Adela Cortina. Ésta última nos llegó al Planeta la misma semana que Aquarius llegaba a su ciudad, Valencia, así que su entrevista fue finalmente titulada Hospitalidad Cosmopolita, una de las muchas nociones que defiende esta catedrática de ética, especialmente conocida por crear un nuevo término en español, aporofobia, que da título a un libro suyo muy recomendable y al que pueden acceder a través del enlace.

En julio seguimos recibiendo libros, temas y convocatorias, muchas interesantes que esperamos estén con nosotros la 15ª temporada, a partir de octubre. En verano no paran los libros ni la literatura, este año especialmente con el nuevo Nobel de Literatura Alternativo (NLA).

Sin conocer aún los escándalos sexuales en torno a la concesión del Nobel de Literatura, a partir de la polémica de sus últimos galardonados (Bob Dylan, y el británico japonés del último año), criticábamos ya abiertamente este premio en el inicio de Temporada que acaba de terminar: «No ninguneen nuestras lecturas«.

No era de extrañar que, los escándalos sexuales fueran la última gota que hiciera surgir un movimiento librero que, ante la no concesión del Nobel de Literatura este 2018, se organizara para dar el primer Nobel de Literatura Alternativo de la historia, un proyecto en gestación que ya recibe críticas de todo tipo, empezando por la lista de autores nominados, ¿no existen mejores mecanismos de selección?

La lista se cerró el 10 de julio y hasta el 14 de agosto pueden votar por su favorito. Nosotros ya lo hicimos, por si acaso conseguimos que el Nobel que sigue siendo tan sueco acabe dando un poco de luz a algún país o continente poco tenido en cuenta. Nos referimos a África, sí. No decimos el nombre elegido, saben que creemos más en su criterio lector que en decir quién es el elegido, o la elegida.

Sólo hay dos, una mujer y un hombre; en toda África. De China ni se acordaron. Así como de tantos otros países: no busquen entre los 46 nominados ninguna persona que escriba en español. Sí hay 12 suecos, y suponemos que no más porque entonces hubieran desbancado hasta a los angloparlantes.

Lógicamente, al ser la primera vez que se crea un Nobel Alternativo, la razón de esta sinrazón puede estar en los medios y tiempos con los que han trabajado los libreros suecos. Sí, detalle importante, han sido mayoritariamente los libreros del país, el último eslabón de la red comercial del sector del libro en Suecia, los que se han tirado a la piscina, acompañados finalmente de otros agentes culturales.

Vivimos tiempos literarios tormentosos. No solamente se aúpa a escritores que poco tienen que aportarnos, y se condena al olvido a los que necesitamos, la maquinaria comercial es cada vez más determinante. También en nuestro país. Uno de los temas que me proponen, para la próxima temporada, es el cariz cada vez más comercial de la Feria del Libro de Madrid. No nos dio tiempo a cerrarlo en la 14ª pero, recuerden: la Asociación de Editores de Madrid decidió no estar en el comité de organización de esta feria, los problemas se sucedieron en las semanas previas, e incluso días previos al evento. Para que la próxima feria no vaya a peor, habría que hablar de ella por lo menos en otoño, para que sus responsables puedan tener la flexibilidad necesaria para adoptar cambios, o rectificar…

Es verano y, rodeados de libros de todo tipo, para despedir la 14ª  y pensando en la 15ª, elegimos para este artículo la imagen de una revista de hace más de treinta años. Con su frase de portada: «Esos animales que nos gobiernan», forma parte de la exposición La sátira, ¡esa prensa!, actualmente en la Fundación Diario Madrid. Más allá de la cuestión monárquica, el titular nos ha recordado el actual baile de títulos en el gobierno cultural de España, y un programa de radio realizado hace 8 años: Intelectuales de Consumo, en este enlace pueden escucharlo si les apetece conocer la realidad, y no sólo la propaganda oficial.

Hasta la próxima temporada, que sean muy felices.

 

 

 

 

La Feria del Libro no puede con Cărtărescu

May 15, 2018

Mircea Cărtărescu. Fotografía de Cosmin Bumbut

Este año queríamos acabar con nuestras críticas a la Feria del Libro de Madrid, o al menos suavizarlas, en un intento de dar tiempo a la nueva dirección que se inició el año pasado. Sin embargo, lo que sabemos ya del programa de 2018, que se presentará oficialmente este jueves, arranca con un fallo más que criticable. Sabíamos que en esta ocasión la Feria, que se inicia el viernes 25, estaría dedicada a la Literatura Rumana, capitaneada por el que creemos mejor escritor vivo del país, Mircea Cărtărescu. Y efectivamente será así pero -salvo que la organización reconsidere su participación-, la Feria mostrará que no es capaz de gestionar a un autor de su categoría, de acuerdo con las informaciones que tenemos a día de hoy y que les contamos.

La dedicación de la Feria a la Literatura Rumana, tendría que haber sido negociada adecuadamente con el Instituto Cultural Rumano y con cualquier otra institución responsable en Rumanía: derechos y obligaciones entre las partes; cómo se salvaguardarían los intereses de los asistentes a la Feria y también los de los lectores españoles y los medios de comunicación del país; qué apariciones públicas de los autores se debían realizar, especialmente con Mircea Cărtărescu, etc. Sin embargo, a dos días de la presentación oficial, esto no ha sido así, sobre todo con el autor más reconocido.

¿Se eligió la Literatura Rumana en esta edición principalmente por la obra de Cărtărescu? Si la respuesta es afirmativa, según nuestras informaciones, ¿por qué los responsables rumanos no permiten siquiera que el escritor dé una rueda de prensa en toda la Feria?, y ¿por qué la organización madrileña no decidió dedicar esta edición a otro país más avenido a la lógica de estos encuentros?

Ya hemos comentado en más de una ocasión que España no se vende bien en el exterior, lo que implica que tampoco se acaba de vender bien cuando el exterior llega a nosotros, en forma de institución o evento. Nuestro país, Madrid a la cabeza, no deja de demostrar sus debilidades en acuerdos internacionales, más aún si son culturales (ejemplo reciente es la no renovación del Open de tenis en la capital, salvo que sus dirigentes actuales o próximos lo reconsideren)

Volviendo al caso que nos ocupa, la participación de Cărtărescu en la Feria del Libro de Madrid, es como si al ganador de una gran prueba cultural, al posible próximo Nobel de Literatura (si este año se concediese, ya saben se ha anulado), se le sometiese a todo tipo de barreras administrativas, burocráticas y sin sentido para la participación en nuestra Feria.

De acuerdo con nuestras informaciones, la Feria del Libro de Madrid no ha conseguido negociar su participación individual más que en un acto abierto al público, en principio para el sábado 26, su firma en tres librerías (de las muchas que lo han solicitado), y -salvo noticias de última hora- la concesión de tres entrevistas a medios de comunicación. Ninguna de ellas a la Radio, incluida RNE y a pesar de haberlo solicitado. Y, como decíamos antes, ni una sola Rueda de Prensa dedicada al escritor. Ni vía pantalla de plasma. Los medios de comunicación cuanto más lejos mejor.

Y, nos preguntamos, en esta decadencia cultural que padecemos los últimos años, ¿puede La Feria del Libro de Madrid permitirse traer a un autor de la valía de Cărtărescu para verlo de lejos? ¿No habrá Institución Cultural (empezando por el propio Ayuntamiento de Madrid, si tuviéramos Concejala de Cultura…) o Institución a secas, Política incluida, que observe que así no se hace Marca España, o Marca Madrid?

La labor de la Editorial Impedimenta por dar a conocer a Cărtărescu en nuestro país, y en todo el mundo hispanohablante es digna de elogio. Gracias a ella, hemos podido disfrutar de libros como El ojo castaño de nuestro amor o la novela Solenoide, por citar los últimos publicados.  Las apuestas culturales por acercarnos a la gran literatura, sea de donde sea, no deberían tener que enfrentarse a la debilidad de nuestras instituciones y eventos culturales.

Este año, de nuevo, iremos poco a una Feria, que debería ofrecer más con el apoyo y sustento de instituciones, distribuidores, editores y librerosEn otoño, aprovechando el premio Formentor a Mircea Cărtărescu, quizá podamos ejercer nuestro derecho a informarles como creemos que se merecen. No con una breve noticia o un trocito de declaraciones; hay autores a los que deberíamos escuchar en una entrevista. Mientras tanto, seguiremos leyendo sus libros.

Oficialidad Cultural

May 31, 2015

ForSaleLos últimos días llegan correos del poco caso que hacemos a nuestras figuras y referentes culturales. Sea Giner de los Ríos, fallecido justo hace un siglo, o el poeta libertario Jesús Lizano, que perdimos recientemente. La escasa repercusión mediática revela una vez más la fatalidad cultural en la que nos encontramos: todo lo que no sea Cultural Oficial se ve abocado al silencio, a la invisibilidad, salvo contadas excepciones para confirmar la regla.

Desde hace tiempo hay una Nueva Cultura que lucha por ser reconocida, de acuerdo con su valor, más ampliamente, situarse incluso mano a mano con la Oficial por derecho propio. La Cultura no puede oficializarse casi completamente, salvo que queramos volver a tiempos que mejor olvidar.

Ayer en un triple teatral, que espero no volver a repetir (mejor de uno en uno), iba transitando desde la Oficialidad al nacimiento de nuevas propuestas. En el Centro Dramático Nacional, dirigido por Ernesto Caballero, asistía a su propia obra: «Oraciones de María Guerrero», en el Teatro que lleva el nombre de la actriz. Más que de una obra en sí, se trataba de una ponencia histórica del teatro oficial los últimos ciento y pico años, con perspectiva de género. La escena teatral se crea a partir de unas conferencias dramatizadas en la Biblioteca Nacional, que dan pie al director para crear un nuevo género: Confedrama, un híbrido que salva la dirección -marcando los tiempos a la intemporalidad del arte- y la actuación de Ester Bellver y Elena González.

Dos horas después. En La Cuarta Pared, una de las salas decanas del teatro alternativo, escucho «La Fiebre». Un monólogo que no alcanza la expresión teatral, escenográfica o corporal, ni si quiera una guinda final que recordar, como el reggaetón La Gasolina con el que terminaban (muy anti- oficial y sacrílegamente) las previas Oraciones de María Guerrero.

El texto de La Fiebre resulta inconexo y acelerado, verborrea lanzada al público sin posibilidad de defensa. Cualquier guión de radio cuida más ritmo y argumento. Nos sorprendió en una sala donde hace poco descubríamos «La Mirada del Otro«, a cuyos protagonistas invitamos al programa. El recorrido es siempre así, sinuoso e imprevisible.

A las 12 de la noche estábamos en los nuevos Teatros Luchana, todo un síntoma del despertar teatral madrileño: un gran cine cerrado hace tres años reabre como escenario múltiple. La novedad – como tantas otras en el mundo de la cultura- tarda en conocerse. Muchos se acercan al bar de la entrada, y allí se enteran de que están en el vestíbulo de 4 salas de teatro; a falta de comunicación, difusión, o al menos un buen rótulo que lo señale.

Sin ninguna expectativa previa, «For sale» me impactó de entrada por la energía y simpatía de sus actores. Como en los teatros más populares, ellos – o mejor ellas, que son la mayoría- nos invitan a entrar en la sala, nos acogen con tanta alegría y movimiento que la cuarta pared empieza a evaporarse muy rápido.

La compañía hace un cabaret socio-político cuyo formato y actuación convence. Las actrices pareces auténticas bailarinas y quizá por ello se echa en falta escuchar más y mejor el texto, o que el texto sea más atrevido. Este cabaret es una denuncia al poder abusivo del dinero: la especulación financiera, los empleos basura, los desahucios, todo lo que conocemos ya, a veces incluso en lo personal. Lo impactante es que el arte haga suyo todo eso: que las actrices del cabaret se transformen en brujas malignas, divertidos payasos, anti-disturbios o plañideras. Un intento de catarsis necesario al que el público reacciona de forma diversa: indiferente o pidiendo más.«Soy Política, pueden hacerme un escrache» se queja cómicamente Irene Galán en el papel de Política-Clown ¡Es Esperanza Aguirre!-gritan a mi lado. 

No quisiera despedirme sin mencionar la Oficialidad Cultural más actual en el mundo del libro, esa Feria del Libro de Madrid que año tras año sigue cayendo en los mismos errores. Hace poco un periodista añoraba aquellos años en los que las compras de la Reina Sofía en la inauguración eran apuntadas con devoción y augur de buenas ventas.

Miro alrededor, buena parte de los escritores que más admiro no pisan la Feria desde hace años: un evento comercial donde la literatura es mera excusa. Menos aún, se fijan en lo que compra la Reina Sofía, o cualquier otro miembro de la Monarquía. Quizá quisieran otra inauguración, más acorde con los tiempos, que reivindicara la Cultura Republicana o Libertaria, que siguen siendo tan nuestras, o que no hubiera ese mismo día y el anterior ataques neonazis a la librería La Malatesta. Mientras tanto la Feria sigue tirando de nuestras reliquias, paseándolas con extrema oficialidad y sin que suene un pitido, como los de ayer en el fútbol al llamado Nuevo Rey. Como llevamos años anunciando en nuestra página de facebook, el fútbol no es cultura. Quizá la cultura pueda plantearse otras formas de protesta, preguntarse incluso si la Feria del Libro de Madrid es realmente cultura o sólo oficialidad, y cómo mejorarla. De colofón les dejo este cartel que ha sido contestado por algunos colectivos como «Mas Mujeres«, aunque por supuesto sin respuesta oficial de la oficial feria.

FLM2015

 

Una belleza el cartel para la próxima Feria del Libro de Madrid, pero… ¿por qué la flecha? ¿No puede una mujer ser feliz y entretenerse con un libro sin que sea de asuntos del corazón? Una vez más la mujer es retratada según estereotipos flojos, que la acercan a la futilidad, al romance, al flechazo. Hermoso el arte, pero, ¡por favor, quita la flecha del libro! #‎quitalaflecha‬

Arte y Barbarie

abril 15, 2013

harmonicusPasan las semanas y hace ya casi un mes que tuvimos en el programa a Miguel Ángel Hernández por su “Intento de escapada”, entonces me prometí hacer un par de comentarios en el blog, sobre el libro y la entrevista. Como él bien comentaba, la obra atrae más por el debate en torno a los límites del arte que por la novela en sí, pero ésta tiene al menos un par de aspectos que no me dio tiempo de comentar. En primer lugar hay una denuncia del drama laboral en nuestro país, a través de emigrantes que bien podríamos ser nosotros mismos, donde todo vale con tal de trabajar, en lo que sea, como sea, y por 20 euros diarios. De ahí a que el arte – como una parte más de nuestra sociedad decadente- se aproveche de la situación, sólo hay un paso y, aunque en la novela la historia del emigrante es mucho más cruda que cualquier acción artística (al menos conocida por la que escribe), en la entrevista el autor y crítico de arte menciona a Santiago Sierra– que rechazó el premio nacional de artes plásticas 2010 con un manifiesto crítico– que resulta ser inspiración del artista maltratador de la ficción.

Dice Miguel Ángel en la entrevista que el arte y el artista pertenecen también al mal social que nos circunda, que no tienen posibilidad de escapada, incluso aunque se les dieran las herramientas para ello. Ahí discrepo, sobre todo porque esa visión evita que efectivamente se apueste por un arte regido por los propios artistas, por estructuras creadas por ellos mismos, provocando en su lugar la existencia de figuras mediático-heroicas con las que ya hace tiempo dejaron de moverse las sociedades modernas.

La falta de un tejido creativo bien organizado llega mucho más allá de las artes plásticas, y especialmente a todo lo que tiene que ver con el espectáculo, los medios de comunicación y el periodismo. En la Federación de Asociaciones de Periodismo de España (FAPE) me entregan hace unos días una chapita con el lema “Sin Periodismo no hay Democracia”. Deberían añadir el adjetivo Independiente; periodismo hay pero, mientras los periodistas no estén en la organización de los medios, su independencia dura tanto como lo que decida su propietario, o se socaba ésta con recortes o anulación de contrapartida económica.

Que el arte puede alejarnos de la barbarie y formarnos frente a ella, lo atestiguaron Enrique Vicién y Pablo Cruz en el último programa “Literatura para niños y grandes”. Obras literarias, obras cercanas a otras artes (por fin estoy aprendiendo a tocar la armónica), obras también requeridas por los adultos porque por mucho que sepamos hay materias en las que estamos a nivel infantil y, en definitiva, nunca dejamos de ser niños grandes.

Otra muestra de que el arte puede alejarnos de la barbarie y formarnos contra ella es una obra de teatro que pueden ver en la Sala Cuarta Pared los dos próximos domingos: “Teatro por Alimento”. También te entregan una chapa, que guardo igual que la de la FAPE aunque nunca me las vaya a poner. En el caso de esta representación de “Comedia sin título” de Federico García Lorca, no ponerme la chapa tenía también que ver con la vergüenza; llegamos los espectadores con nuestros kilos de arroz o cualquier otro alimento no perecedero, y observamos cómo se hacía una pequeña barricada con todo ellos, como atestigua la foto

Teatro x Alimento: el director y algunos de los actores

Teatro x Alimento: el director y algunos de los actores

Si de entrada no me apetecía ponérmela (aunque le agradezco igualmente a Dante AC su creación para el recuerdo), después del debate con los actores y el director, después de la intervención de una espectadora que se identificó como receptora de alimentos y las lágrimas de una de las actrices (que no actuaba), me angustia una situación extraña: no saber muy bien cuál es mi lugar.

De momento El Planeta de los Libros sigue sobreviviendo gracias a colaboraciones. La próxima en la Feria del Libro de Valladolid, donde tendré el placer de volver a entrevistar a Soledad Puértolas, y donde además podré disfrutar de un programa tan lleno de contenidos que ya lo querría para sí la Feria del Libro de Madrid. Se lo dejo aquí por si se animan a venir.

Llega el “Sálvame” de los libros

May 27, 2011

Puerta de Sol. Mayo 2011

Puerta de Sol. Mayo 2011

Para los que no vean Telebasura en España, sería preciso una aclaración: “Sálvame” es un exitoso programa de actual producción, de Telebasura. Este espacio, o “La Noria”, o algunas series de ficción o ciertos falsos debates, se caracterizan por dirigirse a nuestros instintos. Si hay algo de racionalidad en ellos suele ser para ocultar esa naturaleza propia proclive a desmenuzar las entrañas (por eso son llamados también “prensa del higadillo”). De esta forma se dirigen a los que ellos llaman comúnmente idiotas, y su principal objetivo es idiotizarlos aún más.

Y ¿cuál es la traslación de “Sálvame” a los libros? ¿Cuál es la acción programada y costosa (con dinero público incluso) que más apela a nuestro instinto, a nuestro ego lector (incluyendo el cómo nos ven los demás), contando con nuestras vísceras más que con nuestra cabeza, considerándonos lectores poco serios, y por tanto susceptibles de ser idiotizados todavía más? Sin duda, cualquier Feria del Libro al estilo de la que se organiza y promociona, estos días, en Madrid.

Vaya por delante la defensa de muchos editores y libreros buenos, que buscan en la feria no el desinformado consumidor que compre cualquier cosa y les salve de la ruina económica, sino un encuentro literario de verdad, un intercambio fructífero para ambas partes, en el que el lector acabe comprando, o no.

Algunos pensarán que es exagerado decir que una Feria del Libro considera idiotas a los lectores. Cualquier Feria que se precie se encargará además de decirles lo contrario, apelar a su prurito lector, a sus ganas de conocimiento, y todo ello en un marco incomparable elegido para tal fin; en Madrid nada menos que su parque más emblemático: la industria del papel también tiene que esconder, rodeada de árboles, su escasa conciencia ecológica.

Pero de lo que se trata es de pasear, y qué mejor que un parque. Cuanta más gente mejor, la cifra importante de una Feria como ésta, además de las ventas, es el número de visitantes. Y ya se sabe para atraer a los niños, a los ancianos, a los jóvenes y a los no tan jóvenes, lo que funciona no son sólo las buenas vistas; en estos tiempos mediáticos, lo que arrasa es el famoso, o la famosa…, desgraciadamente. 

Da igual que Ana Rosa no haya escrito su libro (“Sabor a hiel”, que la editorial Planeta tuvo que retirar hace año y medio), la fila de compradores y cazadores de firmas da varias vueltas entre las casetas, lo anuncian por megafonía, lo dicen los titulares -cada vez más convertidos en anuncios publicitarios. Y siempre hay alguno que se pregunta, ¿cuál es la venta estrella hoy en la feria?

Entre las estrellas y la masificación de la oferta, es fácil sentirte impotente para localizar libros que le interesen o podrían interesarle. Podemos acabar comprando nueve libros que nunca leeremos y uno para mantener nuestro espíritu lector. A quien le importa.

Como dicen los Acampados de la Puerta del Sol: no estamos contra el sistema, el sistema está contra nosotros. Un sistema en el que siempre están los mismos, en la organización o en la lista de firmas invitadas. Hablamos de una casta o élite feriante cada vez más alejada de los lectores, cada vez más obsesionada por las ventas. Sólo le faltaba a la feria la llegada de la gran locomotora de las finanzas europeas. Y llegó. El país de Ángela Merkel limpia a golpe de comercialización literaria lo que todavía esconde una cultura no repuesta de su historia hitleriana (como bien nos recordaba Heleno Saña recientemente en un programa)

Los libros no tienen la culpa de todo esto. Son utilizados, como un producto más del mercado, o un arma de poder. Si lo que quiere es leer, no necesita de todo esto, todo lo contrario.