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Este verano, pueden elegir Nobel

julio 22, 2018

Portada revista satírica: «esos animales que nos gobiernan»

La 14ª Temporada de El Planeta de los Libros terminó a trancas y barrancas. Eso sí, con el placer de contar en junio con dos mujeres excepcionales: Georgina Higueras (Planeta China) y Adela Cortina. Ésta última nos llegó al Planeta la misma semana que Aquarius llegaba a su ciudad, Valencia, así que su entrevista fue finalmente titulada Hospitalidad Cosmopolita, una de las muchas nociones que defiende esta catedrática de ética, especialmente conocida por crear un nuevo término en español, aporofobia, que da título a un libro suyo muy recomendable y al que pueden acceder a través del enlace.

En julio seguimos recibiendo libros, temas y convocatorias, muchas interesantes que esperamos estén con nosotros la 15ª temporada, a partir de octubre. En verano no paran los libros ni la literatura, este año especialmente con el nuevo Nobel de Literatura Alternativo (NLA).

Sin conocer aún los escándalos sexuales en torno a la concesión del Nobel de Literatura, a partir de la polémica de sus últimos galardonados (Bob Dylan, y el británico japonés del último año), criticábamos ya abiertamente este premio en el inicio de Temporada que acaba de terminar: «No ninguneen nuestras lecturas«.

No era de extrañar que, los escándalos sexuales fueran la última gota que hiciera surgir un movimiento librero que, ante la no concesión del Nobel de Literatura este 2018, se organizara para dar el primer Nobel de Literatura Alternativo de la historia, un proyecto en gestación que ya recibe críticas de todo tipo, empezando por la lista de autores nominados, ¿no existen mejores mecanismos de selección?

La lista se cerró el 10 de julio y hasta el 14 de agosto pueden votar por su favorito. Nosotros ya lo hicimos, por si acaso conseguimos que el Nobel que sigue siendo tan sueco acabe dando un poco de luz a algún país o continente poco tenido en cuenta. Nos referimos a África, sí. No decimos el nombre elegido, saben que creemos más en su criterio lector que en decir quién es el elegido, o la elegida.

Sólo hay dos, una mujer y un hombre; en toda África. De China ni se acordaron. Así como de tantos otros países: no busquen entre los 46 nominados ninguna persona que escriba en español. Sí hay 12 suecos, y suponemos que no más porque entonces hubieran desbancado hasta a los angloparlantes.

Lógicamente, al ser la primera vez que se crea un Nobel Alternativo, la razón de esta sinrazón puede estar en los medios y tiempos con los que han trabajado los libreros suecos. Sí, detalle importante, han sido mayoritariamente los libreros del país, el último eslabón de la red comercial del sector del libro en Suecia, los que se han tirado a la piscina, acompañados finalmente de otros agentes culturales.

Vivimos tiempos literarios tormentosos. No solamente se aúpa a escritores que poco tienen que aportarnos, y se condena al olvido a los que necesitamos, la maquinaria comercial es cada vez más determinante. También en nuestro país. Uno de los temas que me proponen, para la próxima temporada, es el cariz cada vez más comercial de la Feria del Libro de Madrid. No nos dio tiempo a cerrarlo en la 14ª pero, recuerden: la Asociación de Editores de Madrid decidió no estar en el comité de organización de esta feria, los problemas se sucedieron en las semanas previas, e incluso días previos al evento. Para que la próxima feria no vaya a peor, habría que hablar de ella por lo menos en otoño, para que sus responsables puedan tener la flexibilidad necesaria para adoptar cambios, o rectificar…

Es verano y, rodeados de libros de todo tipo, para despedir la 14ª  y pensando en la 15ª, elegimos para este artículo la imagen de una revista de hace más de treinta años. Con su frase de portada: «Esos animales que nos gobiernan», forma parte de la exposición La sátira, ¡esa prensa!, actualmente en la Fundación Diario Madrid. Más allá de la cuestión monárquica, el titular nos ha recordado el actual baile de títulos en el gobierno cultural de España, y un programa de radio realizado hace 8 años: Intelectuales de Consumo, en este enlace pueden escucharlo si les apetece conocer la realidad, y no sólo la propaganda oficial.

Hasta la próxima temporada, que sean muy felices.

 

 

 

 

El precio de la literatura

junio 4, 2013
Feria del Libro de Madrid 2013

Feria del Libro de Madrid 2013

Estos últimos días me han deparado más de una sorpresa, como es habitual en el planeta al que nos llega información de todo tipo, de libros y actividades relacionadas. Lo curioso en esta ocasión es el cariz repetitivo de algunas de ellas ¿Qué hace una Antigua Responsable de Cultura -nada menos que de la Moncloa o Presidencia del Gobierno si lo prefieren– dentro de un ciclo de Poetas en la Resistencia? ¿Le costará llegar a fin de mes, a pesar de que suponemos tiene ya ganada una pensión o similar tras ocho años de numerosos esfuerzos? ¿Le entraron ganas, de repente, de situarse junto a los que nunca confraternizaron con el poder, o sencillamente le gusta estar en los dos lados, en todos lados?

¿Qué hacía uno de los máximos responsables del mayor libródromo del país hablando recientemente de la necesidad de resistir culturalmente en los tiempos en los que estamos? ¿Va a poner sus escaparates al servicio de la resistencia cultural? ¿O se trata de utilizarla, convertirla en una mera fachada, en esta ocasión en una entrega de premios? ¿Es posible contentar al personal “cultural” de esta manera rápida y eficiente, hasta el punto de que le aplaudan entre vapores de vinos y cervezas?

¿Qué hace un escritor, que tampoco desdeñó el poder hasta el punto de dirigir el Instituto Cervantes en Nueva York, escribiendo ahora sobre los desmanes en la administración pública, y los políticos que otrora frecuentó, en las últimas décadas? Por muchos Salvados TV que le hagan, me temo que inicie una bajada por la senda de credibilidad, pareja a la de esos programas de televisión que con su cuidado sensacionalismo resultan una auténtica enseñanza maquiavélica, al menos para los de la profesión, o para los que no aplauden como en los toros o el fútbol al grito de viva el espectáculo.

Volvamos a estos tres casos, ejemplos de los muchos Intelectuales de Consumo a los que se refería José Antonio Fortes en el audio de uno de nuestro programa hace años. La Primera –que se sepa- hizo poco o nada por la poesía de la resistencia, cuando pudo hacerlo, cuando tuvo todo su dinero -el del pueblo- al que ahora parece no le queda otra que seguir resistiendo las malas gestiones pasadas, y aplaudir los supuestos beatíficos deseos de sus responsables.

El Segundo, indudablemente, está más interesado en vender cultura que en la cultura en sí misma. Claro que también saben los comerciales que hay que apelar a misión, valores y hasta responsabilidad social empresarial para llegar a ciertos públicos. Y ya me dirán si los de la cultura no aprecian precisamente que se les endulce el producto, hasta el punto de que llegue a pagar incluso más de su valor gracias a una buena campaña de ventas. Aquí entra el título de este artículo.

Antes de llegar a él, hablemos de El Tercero. Es sin duda el caso que más me apena. Por supuesto lleva décadas perteneciendo a la élite cultural e institucional, esa a la que alguna vez pedí en este blog que ayudara a elevar nuestra situación cultural y hasta mediática (también pertenece a uno de los mayores escenarios mediáticos). Sus amigos quizá crean que pretende por fin iniciar ese camino, responsabilizarse él mismo de la situación y cambiar de rumbo. Personalmente, estoy empezando a dejar de creer.

El precio de la literatura es un título que hace referencia a lo que pagamos por un libro, aunque también hay referencias más sutiles: lo que pagan los autores, el precio de venderse, lo que dan más allá de la literatura hasta el punto de acabar cargándose su propia creación.

Después de escuchar al responsable del mayor libródromo del país la pasada semana, surge una conversación con un poeta sobre el precio de la literatura. Me hace reflexionar lo caro que pagamos un Premio Planeta o cualquier otro cada vez más carente de valor literario (20 €?) cuando por 11€ nos hacemos con toda la poesía de Quevedo. Arguyo que el insigne escritor del Siglo de Oro no está en el candelero mediático, no se hace dinero rápido con su literatura, no se consiguen fondos para montar un festival pongamos por caso en Getafe. La literatura no está en consonancia con su precio de mercado, ni con los fondos de dinero público, ni con un mínimo de coherencia.

Karl Marx, esa mujer

Karl Marx, esa mujer

Como colofón, acaba de llegarnos a este planeta El Capital de Karl Marx en versión manga. Herder Editorial anuncia que se han vendido más de 120.000 ejemplares de este libro sólo en Japón. Comprar y leer no presupone estar de acuerdo con los contenidos, y quizá sea buena la actualización, la ilustración, y relectura en estos tiempos. Hace unos días asistí en el Teatro La Puerta Estrecha a una representación de Marx en Lavapiés; a pesar de algunos problemas de libreto y ciertos monólogos excesivos por extensos e intensos, la obra es recomendable aunque sólo sea por observar a Marx interpretado por una mujer. Otra forma de actualizar permanentemente iconos propios y ajenos.

Iconos como La Divina Comedia, a la que ya dicen los críticos no ha conseguido ni acercarse Dan Brown, qué esperaban. Eso sí, sus ventas siguen elevadas, al igual que su precio (y ya saben que los libros una vez pagados, si no te satisfacen, no te devuelven el dinero). La semana pasada preferí el Brunch de la Editorial Bruño, con su nueva colección para niños de 0-3 años, que escuchar su rueda de prensa, nada menos que en la Biblioteca Nacional, ¿para eso está? El mundo al revés. No le escuché en directo pero, lógicamente, me llegaron algunas de sus grandes reflexiones, en concreto ese argumento tantas veces utilizado por lo peor del mundillo editorial: gracias a esas grandes ventas, otros autores pueden publicar. Me imagino a un mal artista plástico vendiendo a mansalva y justificándose así ante la crítica y resto de artistas. ¿No han caído tan bajo, no? Quizá estén a punto de ello, y la literatura pueda ayudarles en el camino. Crear salva-patrias parecía algo del pasado, pero de nuevo mis esperanzas se disuelven. En realidad no teníamos suficiente con los salvadores aguantados todos estos años en la política, la economía, la judicatura, el periodismo… Ahora llegan los Salvadores Literarios. buen y elevado precio. Y nadie dice: nadie dice nada.

Una sonrisa para el final. A primera hora de la tarde, cuando abandonaba la Feria del Libro de Madrid (posiblemente hasta el 2014), dos chicas me preguntan si quiero un marca-páginas, así sin más, sentadas en uno de esos sombreados bancos del Retiro. Con la mente puesta en este artículo, pregunté, ¿cuál es el precio? Nada, me contestaron, es gratis, los chicos han cogido demasiados, para qué queremos tantos. ¿Qué podía hacer ante mi pregunta y su respuesta? ¿Cómo agradecer la llegada de  nuevos lectores tan generosos? ¿Queréis aparecer en el Blog del Planeta, el blog de un programa de radio que se llama El Planeta de los Libros? Sí, dijeron encantados. Y posaron para la foto.

Nos regalaron marca-páginas

Nos regalaron marca-páginas