A la vera de Pessoa y Camões

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Otra temporada más. Nunca hay que renunciar a la libertad de expresión y a la verdad, salvo que se sea político (permítanme la broma, o melancólica verdad), en España y en la mayoría de países. Es verdad que en España, si se miente más y mejor, se gana más. Otras sociedades son más escépticas. La mentira está hace décadas al alza y ahora más en España, con esos políticos que se quieren llamar periodistas o, al menos, tertulianos. Tenemos que poner un límite al exceso de politización, sobre todo cuando la política es tan mala. Dicho lo cual, paso a comentar el inicio de la 18ª Temporada. Seguramente será solo en Redes Sociales y este blog, donde tuvimos que refugiarnos desde el inicio de la Pandemia. También confirmar lo que muchos ya intuyen por los últimos enlaces: la mayor parte del tiempo estamos en Lisboa; me gusta decir que con un pie en Madrid, acudiendo cada dos por tres, como pez al que le gusta bailar entre dos aguas.

Estamos tan acostumbrados a la perspectiva territorial que nos perdemos las ventajas (y algún inconveniente) de vivir entre dos países, incluso siendo tan cercanos como España y Portugal. Ya se ocupan los gobiernos de alejar lo que física e históricamente está tan unido. Es ingenuo pensar que con la Unión Europea estos dos países podían quizás mirarse un poquito más, favorecer sus comunicaciones. Ahí tienen la última propaganda que nos llegó directamente de la UE el 1 de septiembre: “Conecting Europe Express”. Después de año y medio sin tren Lisboa-Madrid, después de 18 meses en que la vieja línea fue cortada por la pandemia, esta bella mentira salía de Lisboa rumbo a Madrid. Ojo, en El Año Europeo del Ferrocarril. Vergüenza ajena, sí. En Portugal hay excelentes reportajes sobre esta desconexión sinrazón, en España como es habitual ni se quiere ser testigo de ella (salvo alguna voz que se alza en Extremadura, que tampoco es que se escuche mucho)

Este mes de agosto me he encontrado a bastantes españoles visitando Lisboa y alrededores: Sintra, Setúbal, Sesimbra. A veces me confundían con una portuguesa, a veces yo a ellos. Donde más diferencia hay es en el carácter tranquilo de los portugueses, en lo respetuosos que son. Aquí por ejemplo vas a la feria del libro e incluso con todo tipo de chiringuitos para comer y beber, la feria transcurre sin aglomeraciones ni empujones. En Madrid me dicen que hubo colas kilométricas este fin de semana en la Feria del Libro, por la falta de organización. Quizá somos así, poco previsores e invasores por naturaleza. Y ojo que Portugal también está reparando sus heridas coloniales, pero oiga no escucho ninguna estridencia. Es más, con la muerte de Sampaio se oyeron condolencias desde todo el antiguo imperio lusófobo, y hasta del presidente chino.

Hablando de literatura, que es lo que más les puede interesar, se espera un otoño caliente en Lisboa. Solo mencionar algunos eventos, los que pueden sonar más a oídos y ojos españoles. En octubre, Congreso Internacional de Pessoa. El Nobel no solo tiene esculturas tan famosas como la de la foto en Lisboa, también su casa (recuerdos a la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre en Madrid que siguen luchando para que nuestro nobel la tenga, y ya van 26 años). Entre la Casa Fernando Pessoa, convertido en Centro de la Poesía, y el reconocido Museo Calouste Gulbenkian, se volverán a reconocer las palabras del poeta.

En noviembre, el 16, arranca el centenario del nacimiento de Saramago. No será una foto del primer ministro y poco más, como ocurrió en Lanzarote. Aquí ya se anuncian cinco grandes conferencias coordinadas por el escritor argentino Alberto Manguel (al que hace años entrevistamos) y, por supuesto con la organización y apoyo de la Fundación que lleva su nombre.

El mismo Aberto Manguel participa en los actos conmemorativos de Dante por su 700 aniversario, con una esperada exposición de Marionetas, que esperamos disfrutar. No olviden la importante tradición portuguesa que hasta tiene un bello Museo de Marionetas en Lisboa, y otro en Oporto.

Y llegamos, como no, a Camões, siempre presente en la literatura portuguesa. En España solemos llamarle «el Cervantes portugués», y no se trata de llamar a Cervantes «el Camões español» pero nuestro Miguel admiró profundamente a Luís, como escritor y como soldado. Lo recuerdan bien en este diálogo el entonces Director del Instituto Cervantes en Lisboa, Javier Rioyo, y Juan Manuel de Barandica y Luxán, Exembajador de España en Portugal en el Diário de Notícias portugués, comentando además la etapa de Miguel en Portugal, donde llegó el año siguiente de la muerte de Luís. En mayo de este 2021 el gobierno aprobó un programa de conmemoraciones por el V Centenario Camões, del 12 de marzo del 2024 al 10 de junio de 2025.

Por supuesto, en Portugal también hay crítica a la acción política sobre la cultura. No todo son flores. Eso sí, todavía no he encontrado aquí algo parecido a la Cultura de la Ceja de Zapatero, que ya lleva comprando voluntades tantos años. Hasta ahora había cierta sutileza pero, de acuerdo con las informaciones de unos y otros medios, cada vez menos sutileza y más cara, que quizá eso es lo único que no le falta al flamante Ministro de Cultura. Les dejo con uno de los resúmenes que me ha parecido más acertado, el de Víctor Lenore en Voz Populi, sobre los dineros para viajes al extranjero -en esta España necesitada- solo para escritores; solo para escritores amigos: https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/miquel-iceta-mamandurrias-culturales.html

Aquí no acabará este nuevo despropósito político, seguro que será jugoso saber en qué termina tanto viaje. Me sigue sorprendiendo lo fácil que se venden algunos por un viajecito, será que a nosotros nos gusta viajar sin ataduras. Y, ya saben, si se dan una vuelta por Lisboa, avisen. Y que sea pronto, empezamos en Lisboa y no sabemos donde terminaremos esta temporada 😉

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