Edificio España, historia colectiva de un gran rascacielos*

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Edificio EspañaLa película documental «Edificio España» (94 minutos) del realizador Víctor Moreno es una metáfora del pasado reciente del país hasta la actualidad socio-económica. La cinta cuenta la reciente demolición interna, el vaciado, del que fuera el más alto rascacielos construido en España en 1953: 28 plantas por las que se distribuían cientos de oficinas, viviendas, galerías comerciales, restaurantes y un lujoso hotel de renombre internacional.

En la línea de los grandes edificios-ciudades de mediados del XX, la construcción iniciada en 1947 sirvió a la Dictadura de Franco (1939-1975) para dar una imagen de prosperidad que contrarrestara la pobreza de los años de la posguerra; mostrar al mundo el poderío económico de la nación, con alegorías tan explícitas como la del gran mural del Hall Principal, donde encontramos esculpido al Dios de Dioses, Zeus, y otros símbolos de riqueza y abundancia.

Cuando el Director de «Edificio España» pidió permiso para filmar el inicio de la reforma, la demolición interna, en 2007, poco suponía que éste sería un documental complicado. La realización y la grabación cámara al hombro no supusieron ningún problema y el documental fue dedicado a todos los que colaboraron y aparecieron en él. Después, sin embargo, el Banco Santander, propietario del edificio desde 2005, que había aceptado la grabación, no consideró conveniente su exhibición y distribución.

Al capital español, que en su día también inspiró la creación del edificio, no le gustó un documental que muestra desde una perspectiva humilde, incluso devastadora, una reforma integral en su fase inicial y que, al cabo de los años, no ha concluido sino que mantiene el edificio vacío: puro esqueleto y fachada.

La demolición del interior, salvo algunos elementos protegidos, como el Hall Principal o las suntuosas escaleras, responde a la modernización necesaria de la estructura, e incluía mejora del sistema eléctrico, medidas de seguridad o creación de plazas de aparcamiento.

Tras algunos datos históricos del Edificio, la película muestra unas primeras imágenes en silencio: la gran construcción, vieja y desnuda; los últimos restos abandonados: ropa desechada en viviendas, teclados de ordenador en lavabos de oficinas. Tras el silencio, el ruido de las obras. Picos y palas sobre paredes y suelos, taladradoras o mazos haciendo su trabajo. Los 200 obreros, de diversas nacionalidades, y los últimos empleados que cuidan el edificio son los principales actores de la película.

El edificio pierde sus entrañas y también su pasado. Atrás queda el lujo, las viviendas con vistas espectaculares, o la impresionante azotea con piscina incluida. Sólo se cuentan algunas anécdotas que, de nuevo, huyen de los grandes personajes y se acercan a la vida humilde y cotidiana, el que consiguió pasar allí su noche de bodas, la leyenda del fantasma que toda gran construcción debe tener, o el triste abandono de una vivienda ya iniciadas las obras, cuyo inquilino recuerda a su mujer fallecida pocos años antes del anuncio de la reforma.

Los vestigios todavía suntuosos de algún restaurante, o las magníficas vistas panorámicas, apuntalan más la ruina circundante. Desde los sótanos, donde estuvieran los vestuarios del personal o el taller de reparaciones del gran edificio, subimos de una planta a otra, de lo que fue un grupo de viviendas a otro, nos movemos arriba y abajo hasta perdernos en esta mole, como le ocurre incluso a algún trabajador. Y nos llegamos a marear, como comentan los invitados a ver las obras; posiblemente periodistas que deben difundir la gran mejora.

A pesar del inicio de la crisis, en los trabajos de demolición oímos por la radio los anuncios de crecimiento y empleo del ex Presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero (2004-2011). Los obreros ajenos a la política o la economía, hacen mención a sus amores, comidas, países, culturas o religiones.

Tras la demolición, en 2010 el proyecto inicial de reforma es suspendido. Así se mantiene en 2012 cuando se termina esta película, y cuando la mayoría de los obreros han vuelto a sus países o están en paro.

El grupo inversor chino Delian Wanda, propiedad del hombre más rico de China, Wang Jianlin, compró el año pasado el Edificio, por 265 millones de euros, frente a los 389 que costó en 2005. Recientemente ha anunciado su reforma definitiva, al igual que su participación en la rehabilitación de la emblemática zona en que se encuentra, Plaza España. Mientras llegan las obras, la película documental ya ha empezado a difundirse en festivales, ha sido nominada a los Goya 2015 y, todavía más importante, ha sido capaz de crear una memoria colectiva, más cercana a la Intrahistoria de Miguel de Unamuno que a la Historia oficial.

(*) Publicado previamente en Aljazeera Documentary Film Festival, en Árabe e Inglés.

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2 respuestas to “Edificio España, historia colectiva de un gran rascacielos*”

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