La novela moderna, ese invento cervantino

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Recorriendo el Madrid de la letras con Dostoievski

Por Salvador Moreno Valencia

 

En la novela la acción liberadora proviene del sueño de libertad del autor.
María Zambrano

¿Se imaginan a Cervantes acudiendo a talleres literarios para escribir la historia El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha?

-Va a ser que no, mi querido Sancho –dice nuestro conferenciante, que sigue en su disquisición sobre literatura.

-Seguro que no, mi querido amigo Ramón María –responde el maestro ruso.

-Vamos a ver, hablemos de la novela, sí, hablemos de la novela que yo nunca conseguí escribir, y no especulemos con que si esto o si aquello, vamos a hablar de la novela moderna, que ya sabemos bien de dónde procede y a que mano pertenece la primera de ellas.

-¡Cervantes en unos talleres literarios? –pregunta uno de los asistentes, un joven de entradas pronunciadas, rasgo por el cual se deja ver una amplia frente bajo la que se mueven como ratones dos ojillos marrones, perdón por el ripio.

-Sí, amigo, sí, Cervantes no habría ido nunca a unos talleres literarios, entre otras cosas porque en su época parece que no los había, y si los había, yo no tengo constancia de ello, y de haberlos, reconozco aquí mi ignorancia sobre el tema, no sobre este tema solo, sino sobre muchos, pero no dejemos que el diablo nos entretenga con cháchara, vayamos al grano del asunto: la novela moderna.

-Corren malos tiempos para escribir novela, ni moderna, ni –apunta un jovencito con patillas largas, gafas de culo de vaso, nariz aguileña, y sobre el mentón, lugar natural donde deben ir los labios, precisamente eso, los labios como dos líneas paralelas con la rara excepción de que éstas no siguen sin tocarse hasta el infinito, sino que para confirmar la regla, se une bajo sendos hoyitos, a diestra y siniestra y bajo los rojos mofletes donde se vislumbran como meandros una decena de venitas azuladas, rasgo este, quizás, producido por la afición que el sujeto debe tenerle al vino.

No nos desviemos del tema, vamos a dejar al señor Ramón María que nos cuente qué piensa de la novela moderna.

-Decía, amigos, que tengo una frustración por no haber podido escribir la novela que me consagrara como lo hizo Don Quijote con su autor, será quizás que no tengo esa necesidad de liberarme que probablemente tenía Miguel de Cervantes, esto, mis queridos amigos, lo ensayará años más tarde una escritora, más filósofa que escritora de novelas, la sin par María Zambrano en su libro Cervantes (Ensayos de crítica literaria).

Nuestro mago ha vuelto hacer de las suyas, y ahora nos va a dejar con la miel en los labios, al menos a mí, que soy lector empedernido y seguidor de este folletín que capítulo a capítulo irá llegando a su fin, y para remitirse a las pequeñas limitaciones de escribir un capítulo con quinientas palabras -este capítulo tiene veinte más- , decía que nuestro mago nos emplaza a seguir el folletín la próxima semana, no ya los viernes, sino los domingos a primera hora para afrontar la imbecilidad de los que creen, todavía, ya mayorcitos, que de los talleres literarios puede salir un libro como el del Hidalgo.

 

 

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Una respuesta to “La novela moderna, ese invento cervantino”

  1. Nieves Martín Díaz_El Planeta de los Libros Says:

    Muy interesante la aportación de María Zambrano. Lo de las 520 palabras hace más intenso este «Recorrido por entregas», que algún lector querría ver en un sólo volumen, algún día 🙂

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