Películas y viñetas, en busca del tiempo perdido

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Cubiertas DEF.inddSiempre tengo en mente una posible sección para El Planeta de los Libros: Cine y Literatura. Cómo se entrelazan desde hace décadas, se quieren y se odian. No hay nada peor para los amantes de la segunda que encontrarse un seudo-guión cinematográfico, de esos imposible de creer, que hace aguas por todas partes, o tiene fallos a veces excesivamente pueriles. Pero de esos no vamos a hablar ahora. Las dos películas que les traigo ya están teniendo buenas críticas cinematográficas antes de su estreno y, por supuesto, tienen mucho de literatura.

La primera, «Filth«, traducida al cine igual que a la literatura como «Escoria«, parte de la novela de Irvine Welsh (Anagrama) para desplegar todo un ejercicio de imágenes y músicas muy adecuadas en su conjunto.  Como decía su distribuidor, Alejandro Muñoz, esta película se puede ver muchas veces; él hablaba de la bajada a los infiernos a la que nos invita y yo añadiría la catarsis final y necesaria que nos alivia el recorrido. Por no hablar de los momentos de humor y hasta de esplendor en un descenso vital a lo grande (o eso les parecerá a algunos), entre sexo y drogas de alto nivel.

De forma diferente que en el libro, la película es capaz de captar el desasosiego laboral y existencial de nuestros días. Pero -si me dan a elegir- como casi siempre disfruto más del libro. Ahí va el inicio: «Me he despertado esta mañana. Me he despertado metido en el trabajo. El Trabajo. Te atrapa. Te rodea por todas partes; un gel constante, asfixiante, absorbente (…) A veces, sí, obtienes pequeñas zonas de relativa libertad (…) Y entonces se acaba. De pronto ves que esas zonas ya no están ahí«. El autor de Trainspotting, veinte años después, sigue preguntándose por las elecciones vitales.

La otra película, no basada en un libro pero que sí tiene mucho de libros, es el documental «La sal de la  tierra«, desbordante de buenas imágenes, como se espera tratándose de la vida y obra de Sebastião Salgado: «un fotógrafo es literalmente alguien que dibuja con la luz, alguien que escribe y reescribe el mundo con luces y sombras». Y ahí está el mundo: en la película y en sus libros de fotografía. O mejor dicho, parte de los habitantes de este mundo, la humanidad que llama la sal de la tierra, aunque como la misma sal resulte a veces tan dañina que el escritor o fotógrafo tenga que alejarse de la tierra o necesite cambiarla, como propone en sus últimos trabajos a favor de la recuperación ambiental, ya reunidos por Taschen en el libro GÉNESIS.

Por fin llegamos a las viñetas, pertenecientes a un libro publicado por una pequeña pero gran editorial atendiendo a la cuidada edición: «Historia en viñetas de la gran guerra», basado en una compilación de las ilustraciones del holandés Louis Raemaekers allá por 1919. Casi cien años después, es la publicación que más nos ha impresionado sobre la 1ª Guerra Mundial. Ahora, que todo se edulcora y se convierte en políticamente correcto, estas imágenes y los textos asociados son como un puñetazo a la conciencia de  nosotros como enemigos propios, ¿qué es la paz sino recordar los horrores ejecutados para no volver a cometerlos? Se publican y nos llegan muchos textos sobre contiendas de todo tipo, algunas hay incluso como recopilación de anécdotas, o donde la ciencia ficción de los super-héroes se funde con guerras fratricidas todavía demasiado cercanas (lo cual, si llega a oídos de sus autores, lamento decir que no convence, o que le tienen que dar otra vuelta), pero siempre hay que recordar y revitalizar el valor de los clásicos, los libros difícilmente superables. Por eso Ginger Ape (la espirituosa casa editorial del simio pelirrojo, si ellos permiten la traducción) será nuestro próximo invitado.

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2 respuestas to “Películas y viñetas, en busca del tiempo perdido”

  1. Noelia_Alvarez Says:

    Seguiré el programa en primera línea… y con ganas de escuchar hablar de Historia en viñetas de la gran guerra

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