Un día en la Feria

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¿Suficiente un día para apreciar los cambios, las mejoras, las novedades, la nueva realidad de la feria del libro de Madrid que comienza? Pues sí, en esta época del inmediato internet, la feria tiene escasas posibilidades de sorpresa. Me voy pues, un día de feria, eso sí pasado el mediodía, que tampoco hay que exagerar, y finalmente el día se reduce a hora y media: saludo a algunos amigos y asisto a una presentación. Esta edición tiene tan poco que enseñar que aquello de “el tiempo no existe, todo es presente continuo” se me hace una completa realidad. El deja vu es real, y la película, tantas veces vista, es cada vez menos gratificante.

 

El tema de conversación (en la feria) sigue siendo el mismo de siempre, en sus dos variantes fundamentales: o se pregunta, o se suspira, ¿Qué tal las ventas?…. A ver qué tal las ventas… No ha pasado ni un día desde su inauguración y tenemos el tema de siempre. Eso, y la cara preocupada de los editores. Esta feria se está nublando (en lo metafórico y en lo real) y acaba de empezar.

 

Como la feria cierra al mediodía (sí, pásmense el europeo o estadounidense despistado que nos lea), las cuatro horas de clausura nos dan licencia para abandonar el recinto en busca del buen yantar. El azar entre los comensales me sitúa frente a una responsable editorial, de uno de los grandes grupos del país. ¿Quieren hacer apuestas de cuál fue el tema principal, o cuanto menos la justificación más categórica de toda actividad editorial? Sí, acertaron, las ventas. Bien aderezadas eso sí con el sempiterno apoyo de “es lo que el público quiere” y uno no tan habitual, “esto es como lo de las taquillas en el cine, eso es lo que importa”. Siempre me ha admirado cómo utilizamos a “el público” según nuestros intereses.

 

Y no hay forma de hablar de literatura. Esta es la feria de las grandes editoriales, y de las medianas, que no las pequeñas (muchas de éstas vetadas por no llegar a un número determinado de títulos editados). Están también los libródromos, y aparatos culturales varios, entre ellos algunos medios de masas (no tanto de comunicación) que en el libro cada vez funcionan menos. Todavía está lejano el futuro de ciencia ficción en el que la prensa independiente desembarque en la feria, lejos también la llegada de la prensa digital, los blogs de literatura, o el libro electrónico. No hay espacio para ellos. El tufillo a rancio se extiende suavemente desde el gran queso central en el que se toman las políticamente correctas y grandes decisiones.

 

Grandes decisiones, grandes palabras, “gran cita literaria del año”. Parecería broma, si no fuera por las -esas sí- grandes oportunidades que se malogran: una ciudadanía más literaria, más crítica y más libre, y no meramente compradora o consumidora del material más publicitado. Así sobrevive la feria, con adornos grandilocuentes con los que voceros y propagandistas se encargan anualmente de engalanarla. La gran cita literaria del año no puede ser otra que aquella en la que uno que lee descubre un buen libro y – tal y como está el panorama- ocurre muy pocas veces.

 

Respecto a los editores, me dice una amiga entrañable que no todos son tan malos, o tan especuladores… Algunos – pocos- todavía publican poesía, de la buena, y hasta saben publicarla. Otros nos acercan a la prosa, al ensayo, o a la literatura infantil de calidad. Les propongo que me digan nombres, que salgan del anonimato habitual todos esos héroes que en una feria dominada por las grandes marcas, se enfrentan a los molinos de viento como auténticos Quijotes. Qué actual el planteamiento de Cervantes, qué malos son ciertos libros que nos vuelven locos, para verlo quizá necesitemos toda una vida, de momento la basura literaria nos sienta muy bien. En fin, me voy a terminar de leer “el capitalismo funeral” de Vicente Verdú, que es nuestro invitado este martes y que espero nos hable de esta crisis nuestra, que no sólo es económica.

Una respuesta to “Un día en la Feria”

  1. Sergio Says:

    Desde ladamadelarpa.blogspot.com se os conceden los premios Dardo y Blog de oro, por la difusión de la cultura. Enhorabuena por el programa, el blog y la página web.

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