A EXTREMADURA LA ECHAN DE ESPAÑA

La echan de España si no lo remediamos, todavía podemos hacerlo porque la noticia no se ha confirmado, y sólo utilizamos un presente que se concretará en el futuro. Con muchas posibilidades eso sí: están intentando echarla con fuerza, y pueden conseguirlo. Como única contención, desde hace casi tres años, ciudadanos de a pie de la rica comarca de Tierra de Barros (Badajoz) luchan para que Extremadura siga en España, incluso en la Unión Europea.

Aquí en España, también en la Unión Europea, se ha decidido invertir en Energías Renovables, energías no contaminantes, más aún con el último Informe de IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático) reunido en Valencia. Sin embargo, en Extremadura se proyecta una Refinería de Petróleo, anunciada hace algo más de tres años y cuyos trabajos previos se realizan sin ningún tipo de debate político-económico.

Hay alternativas político-económicas a una refinería de petróleo, hay otras posturas ideológico-morales, hay otros negocios empresariales (los de energías renovables por ejemplo), pero no parece que eso ocurra en Extremadura. Sin alternativas dentro de la región, o el debate sale de esos muros, o a la chita callando la refinería acaba cayendo; como la lluvia ácida, o como cualquier otro fluido sucio que viene de arriba.

Algunos responsables de Instituciones Europeas empiezan a enterarse ahora de este proyecto; se les pone cara de asombro, y sólo aciertan a comentar que les parece increíble, y que van a investigar. El exceso de informaciones puede hacer desaparecer las más «pequeñas» o las más débiles, o las que no tienen lobby que las defienda. Ni qué decir tiene que el proyecto también afecta a la vecina Portugal.

Me refería antes a ciudadanos de a pie, a un movimiento de resistencia ciudadana necesariamente creado: «Plataforma Ciudadana Refinería NO» (www.plataformarefineriano.es). Uno de los más puros, de los pocos que quedan de España, y apoyado prácticamente sólo por ecologistas (aunque el problema no sea sólo ecologista): ya va para tres años de esfuerzos y heridas (físicas incluidas). Y tienen que seguir cogiendo fuerzas, porque trabajo les queda.

En las Jornadas contra el Cambio Climático celebradas ayer en Madrid, ADENEX, Asociación para la Defensa de la Naturaleza en Extremadura, realizó una antología del disparate con las declaraciones que sobre esta refinería han realizado y realizan políticos y empresarios de la región. De la risa se pasaba al dolor, como en una de las mejores obras de Darío Fo. Una de esas en las que incluso los espectadores mudos tienen responsabilidades.

La acción de echar continúa poco a poco. De un vasito se derraman las primeras gotas, la naturaleza extremeña ya está siendo herida; y ahí está todavía la posibilidad de enderezar ese vaso: que España no tire por la borda el ecosistema de esta región. Lo cual depende exclusivamente de un debate político, económico y social que, al no poder producirse en Extremadura, deberá realizarse con carácter nacional, o internacional: estamos ante la primera refinería que se construye en Europa en 30 años.

El último titular de este blog – el arte de callar- fue empleado hoy por un columnista de El País Semanal. Quizá a alguien le interese copiar el que hoy nos ocupa. La autora cede sus derechos e incluso anima a su reproducción. Y además, como no, que lo use todo aquel que así lo desee.