Periodismo romántico

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Hace unos días asistí a una jornada de presentación del Máster de Periodismo Cultural de la Universidad Rey Juan Carlos. Era la primera vez que estaba en su Facultad de Ciencias de la Comunicación, y creo que fue la Directora del Máster, Gloria Gómez-Escalonilla, la que me comenta que se asemeja a las Universidades Estadounidenses y pensé ipso facto en la vieja Facultad de Periodismo de la Complutense. Me alegra ver estas nuevas instalaciones, o como decía el lema de su fundación allá por 1996, Non nova, sed nove: No cosas nuevas, sino de una manera nueva.

Mi ponencia se titula “los medios especializados en cultura” y me presenta el profesor Juan Menor, otrora presidente de TVE. Me sorprende su investigación al detalle de la página de El Planeta de los Libros, y el blog. En la comida previa a la charla me investiga a mí también, y fruto de todo ello, Juan Menor me introduce con unas flores que no merezco, además de identificarme con lo que llama periodismo romántico, la sorpresa no me deja reaccionar ni reflexionar in situ, en más de siete años de programa es la primera vez que alguien me lo dice, lo habrán pensado pero por alguna razón no me llegó el mensaje con tanta claridad y públicamente.

Quizá también, los confines del Planeta de los Libros no me dejan ver más allá y me he perdido por dónde van los auténticos derroteros del periodismo, y sobre todo del cultural, que por lo que parece ya no tiene nada que ver con el romanticismo, me temo que tampoco con la vocación, o con la valentía. Aunque sí es verdad que me encontré a un auditorio que por las preguntas que hacía (más a otros ponentes que a mí misma) me daba esperanzas: ¿no es poco ambicioso o triste que aspire a vender dos minutos de cultura en un telediario?, le preguntaron por ejemplo a Carlos del Amor de los Telediarios de TVE

Quizá para ser ambicioso hay que ser romántico en los tiempos que corren. Una ambición que nada tiene que ver con el éxito, el dinero o el espectáculo banal (el espectáculo trabajado es otra cosa). Una ambición que sencillamente responde a la pregunta de lo que uno quiere hacer en la vida. Una toma de conciencia y de decisión, salvo que prefiramos que otros se apropien de nuestra conciencia y tomen las decisiones por nosotros.

Un día como hoy, por ejemplo, donde tantos hacen el negocio con actividades que llaman «del libro», y muchos medios se prestan a darles cobertura que más es publicidad, algunos románticos nos iremos a la plaza de Lavapiés a curiosear entre los libros más cómicos o dramáticos (buena iniciativa la de llevar el teatro a la calle, no todas las propuestas son malas este Día del Libro) y, sobre todo, iremos a hablar con esos otros románticos, los de la escena, o los que escenifican los 365 días del año ese barrio tan multicultural que haría las delicias del propio Cervantes. Sondearemos -con pretendido anonimato- a los pequeños libreros y a los lectores, esos sí románticos siempre, ¿o no?

3 respuestas to “Periodismo romántico”

  1. Salvador Says:

    Muy bueno este post, felicidades romántica empedernida, que es lo que eres Nieves, una auténtica romántica, gracias por existir y pensar como piensas y compartir tu pensamiento y tu trabajo. Besos.
    Salvador

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