El Gordo Cultural

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En este día tan señalado para la Lotería Nacional, que no sabemos si se seguirá llamando así cuando esté en manos privadas, en este día del Gordo Navideño, o “the Fat one” que dicen los anglosajones, me pregunto por el reparto anual de cultura. Está bien tener dinero para unos cuantos añitos pero al final de ellos, según las estadísticas, tampoco la vida cambia tanto, y menos en cuestiones culturales, el Gordo no trae consigo cultura sino más bien una buena dosis de irracionalidad. ¿Se imaginan que se creara un Gordo Cultural?

Un gran premio cultural, formado por muchos premios, que recayeran directamente en la ciudadanía y que no fueran ajenos a todo tipo de mérito, como ocurre con la lluvia de millones. Ya hemos hablado en este blog de crisis cultural, o de déficit cultural, que otro año más se agrava. Hace un año al menos podíamos tener esperanza en el nuevo canal cultural de TVE, aunque los primeros pasos ya nos hicieran dudar de tan magna empresa. Ahora sabemos que el canal cultural ha sido relegado sine díe, igual que la radio cultural (de esta no creemos que se haya llegado a hablar nunca). Quizá si inventáramos un sistema que repartiera cultura en lugar de euros, habría un clamor ciudadano y hasta descorche de botellas a favor de la cultura y no del dinero.

Cuando toca este balance de fin de año, ayer mismo por la tarde, “la llamada Ministra de Cultura” nos daba un buen ejemplo de por qué en este país estamos como estamos. Su política sobre la descarga de contenidos en internet no convencía a nadie, salvo los creadores como ella o a su partido político, que para eso está. Aunque la guerra venía de antes: de ese pulso que internet viene manteniendo con los sistemas convencionales de poder, ese cambio de paradigma en el que muchos internautas ganaron en esta guerra la primera batalla, la de la comunicación. Hace meses ya que tomaron toda la ley por una parte y la llamaron Ley “Sinde” (el nombre de la ministra a pesar de que la ley lleva el título oficial de “Economía sostenible” y trata de muchos otros temas). Ojo el esperpento que vería aquí nuestro querido Valle-Inclán.

Hasta este pequeño Planeta de los Libros se sumó ayer por la mañana al grupo de facebook: “Somos más de 1.000.000 contra la ley anti-descargas, Sinde dimisión.” Estamos hartos de políticas y leyes poco reflexionadas y debatidas que posteriormente son utilizadas arbitrariamente. Por ejemplo, de aprobarse la política Sinde ¿sería posible el cierre de nuestra pequeña página “El Planeta de los libros”? Si un día tuviéramos una ganancia directa o indirecta en nuestra web, la respuesta sería sí. En la web recogemos programas emitidos legalmente, sin problema con derechos de propiedad, en una emisora legal, etc. Ahora bien, el servicio que queremos prestar a oyentes y lectores para que no tengan que estar pendientes de un horario y nos escuchen cuando quieran, podría querer ser grabado por cualquier perito en recaudación de la SGAE u otra sociedad de gestión de derechos, simplemente porque cobráramos un “banner” (anuncio on line) que a lo mejor nos reporta 4 €, por tamaño lucro. ¿No llegaron a cobrar por escuchar la radio en una peluquería?

Equivocarse es de sabios, así que animo a todo el que piense diferente a aportar su opinión.

De una forma educada eso sí, que bastante crispación mediática hay ya en los medios sensacionalistas, tipo Tele5 o su programa La Noria. Es un problema que haya periodistas tan ineficientes y maleducados no sólo cobrando mucho por chillar sino además alimentando el mito de la jauría periodística, salpicándonos a los demás periodistas y a la propia sociedad. Como comentaba en el artículo anterior, seguimos sin referentes culturales y hasta educativos.

Serían incontables, e incalculables, las muestras de incapacidades profesionales, y también educativas (que paradójicamente seguro está educando a muchos televidentes) de este programa. La tele de Berlusconi siempre necesita ir a más, como cualquier voraz especulador financiero (por no hablar de su desembarco en la tele de Prisa), y lo hace con el beneplácito de nuestro gobierno “socialista” o del mismísimo Ministro de Fomento, el todopoderoso Blanco, que acudió hace tiempo entre algodones a este programa, muy al contrario de las afiladas garras que acogieron a dos controladores aéreos la semana pasada. Las comparaciones a veces son necesarias.

Que el 2011 nos traiga más cultura, y más educación, aunque algunos ministros y ministras no parezcan valorarlas ni en carne propia. Exijamos que no sólo crezca su patrimonio económico, sino también su educación y cultura.

Una respuesta to “El Gordo Cultural”

  1. emilioporta Says:

    «ese pulso que internet viene manteniendo con los sistemas convencionales de poder, ese cambio de paradigma en el que muchos internautas ganaron en esta guerra la primera batalla, la de la comunicación» dices. Y yo lo suscribo. De eso se trata: de poder. Por primera vez, el poder no puede manejar toda la información. Lo que parecía que iba camino del control total de los ciudadanos se les escapa. Yo soy escritor, autor, también en medios audiovisuales, estoy registrado en la SGAE, tengo intereses y, sin embargo, no quiero una Ley que nos delimite y convierta el mundo en un corralito cultural. Yo creo que la libertad es el mayor bien del ser humano y por ella luchamos los que creemos que la conciencia y la palabra deben ser libres. Por otro lado…¿qué sería de la obra de tantos sin la expansión en internet?. Hoy, los autores, tenemos que buscar fórmulas de financiación personal, es evidente, pero nunca a costa de que el poder y la Política, sea del bando que sea, determine cómo. Gran artículo, Nieves. Y espero que mi comentario, que toma partido, aún en contra aparentemente de mis propios intereses, no caiga en saco roto para los que dicen amar la libertad y el progreso.

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