De vuelo en vuelo

Apenas diez días después de regresar de México, vuelo a la isla de Gran Canaria. Me espera el Festival Internacional de Narración Oral de Agüimes. Y, claro, tengo que recomendarles el programa que dedicamos al Festival (http://elplanetadeloslibros.com/html/audio-134-aguimes.htm ). De hecho, les recomendaría todo Agüimes, todo el archipiélago Canario y – ya puestos- también el de Cabo Verde, que me han dicho que es de una belleza espectacular. Una viene contenta por la experiencia per o también se despierta la conciencia: en un mundo cada vez más tecnificado y deshumanizado este tipo de festivales es una especie rara, casi en peligro de extinción. Aunque cueste, hay que seguir defendiendo la palabra que cuenta, enseña y comunica artísticamente. La palabra hablada mirándonos a la cara en un festival o en una tertulia. La oralidad, sin artificios también, a través de la radio.
Lo bueno de volar es que, a veces, te tocan compañeros de viaje muy interesantes. Y eso me ocurrió a mí hace una semana: Juan Cruz, el director adjunto del diario El País, apareció al fondo del pasillo del Airbus Industrie que me llevaba a Las Palmas y, ante mi sorpresa, se sentó a mi lado. Encantador como es él, cargado de una pila de periódicos y generoso (gracias por el café y las chocolatinas) resultó un magnífico hablador – que era de eso de lo que estábamos hablando- incluso con dolor de cabeza (es la segunda vez que nos ocurre, espero no ser la causante), así que mi viaje resultó muy entretenido e instructivo. Sólo les voy a confesar un detalle del encuentro: compartió conmigo sus periódicos, y eso a pesar de que defendí mi papel de lectora de prensa on-line. Lo cual le dio pie para intentar aleccionarme sobre lo que me perdía, cómo lo digital nunca podría contener el concepto mismo de un ejemplar de prensa. Sigo leyendo los periódicos on-line, pero me gustaría que debatiéramos pronto sobre éste y otros asuntos en el programa. Además, acabo de recibir su último libro “Muchas veces me pediste que te contara esos años”, y me provoca curiosidad.
Lo bueno de volar es que uno puede mirar el Planeta desde otra perspectiva. En sentido real y metafórico. Se puede ver el Planeta como un conjunto, no sólo desde una también desde varias perspectivas. No sé cómo verán desde fuera ese otro Planeta que llamamos “de los libros”. Como un conjunto. Como muchos territorios. Muchos mares. Y nubes. Y algunas de ellas, de las nubes, extrañamente semejantes a los territorios nevados de estos días.