No somos un escaparate

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En este mundo comercial, de venta casi perpetua, la fachada es cada día más importante. En los medios de comunicación masivos, casi siempre prima una cara bonita, una voz “estrella”, o eso que llaman: “imágenes que hablan por sí solas”. Lo que eran espacios para la opinión pública se convierten en escaparates de grandes almacenes, pasen Uds., observen los programas destacados, da igual casi en qué cadena de televisión o de radio, las portadas de revistas o de diarios; vean que sólo les falta el “2×1”, y esto sólo en algunos casos.

Al final forma y contenido se afectan mutuamente, y no es fácil escapar a las nuevas circunstancias. Nuestro pequeño Planeta está también claro afectado por ese escaparatismo circundante. A pesar de nuestra lucha numantina, de las murallas que levantamos en torno a la reflexión y otros placeres que nos dan los libros, de vez en cuando hay quien nos urge a incluir más y más artilugios, armatostes, artefactos y todos los ingenios posibles en torno al libro para tan sólo una hora de emisión. Dicen que el “escaparate” está bien pero que si colocáramos unos pocos más de libros, más autores, más temas, más declaraciones, más anuncios, más…, ganaríamos tanto: seríamos “espectaculares”. Se trata de espectáculo, que parece que tenemos poco, o será que encima es malo. Lo que tendría que hacer es invitar a algún energúmeno de la prensa rosa para que sus gritos, lloros y triquiñuelas aumentaran la calidad y cantidad de lectura del país.

A alguno le acabo de dar una idea de programa de televisión, pero tengo algunas mejores en el cajón. Para el futuro. De momento, habrá que seguir sufriendo el pluriempleo, junto a aquello que se resume muy bien con la expresión “ser tu propia empresa”. Cuando nos dicen, “sólo te costaría un ratito”, sabemos que ese ratito se nos fue en hacer de recepcionista, de relaciones con administraciones, con proveedores, editores, escritores, posibles patrocinios, oyentes, por no hablar de la emisora, colegas de profesión, redes de internet o internautas varios. Después de todo eso, y de los Club de Lectura de Prensa que llevamos, siempre nos quedará un rato para la literatura del país y alrededores, lo que se publica sobre ella (también sobre otros temas, porque la literatura no es algo aparte), y dedicarnos algún otro rato a decidir contenidos, idearlos, investigarlos, producirlos y emitirlos (si es posible con un guión más o menos decente)

Así andamos por este Planeta de los Libros, y con mucho gusto porque la audiencia ha crecido más de un 15% este mes de octubre en http://www.elplanetadeloslibros.com (de la audiencia radiofónica nuestros últimos datos son de hace casi dos años), y eso nos ha animado a empezar a subir los podcasts también a iTunes. Y quizá porque andamos así, trabajando en vivo y en directo, con tantas prisas que nunca nos da tiempo a leer todo lo que queremos, nos impactan más las noticias de otros planetas, de otras radios. ¡Algunos hacen cinco horas seguidas de programa, de lunes a viernes, y todavía tienen tiempo para un programa semanal en televisión! ¿Cómo lo hacen? Sigan leyendo.

Ya conocerán Uds. los “negros literarios”: los que escriben para que otros se lleven honores, dineros y premios (aprovecho para confesarles que intenté hacer un programa con ellos: les prometí claro distorsionar la voz, evitar su reconocimiento, pero nadie quiso jugarse las habichuelas, de momento). Ahora, gracias a Radio Nacional de España, al programa de las mañanas que dirige Juan Ramón Lucas, podemos conocer lo que llaman “negros radiofónicos”. Bueno, más acertado sería decir que yo al menos he salido de mi ignorancia gracias a las críticas y denuncias del Consejo de Redacción del ente público, a las que se han sumado el sindicato CCOO, y recientemente algún otro Consejo y Comité. Todos se han unido al final en una valerosa postura que no pretende otra cosa que alzar la voz de los profesionales en ese reino de taifas no declarado en que se ha convertido nuestra querida Radio Nacional de España (como siempre mi crítica es al mal gobierno, no a los individuos y menos a los profesionales, que aquí también los hay). Les dejo un enlace para que se informen de las nuevas formas, los nuevos trabajos, los nuevos contenidos que tan felizmente pagamos todos, y que algunos cobran y defienden: http://www.prnoticias.com/index.php/component/content/article/184/10040608

 

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