Reseña: Munro, Alice. Dance of the happy shades. Londres: Vintage, 2000. 224 p.
Si somos aficionadas a la escritora canadiense Alice Munro y hemos leído gran parte de sus relatos, nos puede costar imaginar alguno con un final feliz. Pero así era cuándo comenzó a escribir. Tras leer el cuento de La Sirenita, de Hans Christian Andersen, lo reescribió porque creía que las peripecias de la protagonista merecían un final menos nefasto. Y así hizo durante un tiempo hasta después de la lectura de Cumbres Borrascosas, de Emily Brönte; en ese momento, se admitió a si misma que la vida también presenta situaciones adversas y empezó a darle otro cariz a los finales de sus historias, con resoluciones más trágicas, característica que identifica sus narraciones y su personalidad como escritora.
Dance of the happy shades, no traducida al castellano, es la primera colección de cuentos publicada por Alice Munro en 1968, en los que ya se diluye esa necesidad de terminar la historia con un final feliz para los personajes.
El título de la obra parece hacer alusión a una ópera de Gluck sobre Orfeo y Eurídice (Cox, A.) y, estoy de acuerdo en que, como comentó al respecto su amiga y, también escritora, Margaret Atwood, se trata de un título precioso. El oxímoron entre felices y sombras es un reflejo perfecto de lo que vamos a encontrar en estos relatos: una aparente felicidad sobre la que pulula la sombra de la desgracia.
Los relatos de esta colección, con diversas referencias personales, pueden ser una anticipación de su último libro publicado, Mi vida querida, claramente autobiográfico. Dance of the happy shades es un conjunto de quince cuentos que fueron previamente publicados en otros medios, y al igual, que los libros posteriores, nos traslada a una pequeña región rural de Canadá y nos acerca con detalle a la vida cotidiana de sus habitantes y a lo aparentemente banal. Lo que, en un principio, puede resultar ajeno, se convierte en una situación posible y cercana a medida que nos adentramos en la lectura. Alice Munro nos facilita, con su forma de narrar, una gran lente de aumento para que seamos capaces de apreciar cómo los personajes poco a poco se mimetizan con aspectos de nuestro mundo interior y cómo, casi de repente, estamos empatizando con ellos. En esto, precisamente, consiste la habilidad como escritora de Alice Munro: en que sus historias influyan en la vida del lector.
A pesar de la fecha de publicación de los cuentos, se abordan cuestiones que hoy día continúan vigentes. Así, por ejemplo, en Boys and Girls se tratan las relaciones de poder y el papel que mujeres y hombres se supone que deben desempeñar en la sociedad. La desigualdad social y la discriminación a las personas con discapacidad la encontramos en The shining houses y Dance of the happy shade. Por su parte, The office, donde una mujer alquila una oficina para disponer de su propio espacio para escribir nos hace evocar Una habitación propia de Virginia Woolf y la lucha de las mujeres por buscar su independencia. Y en The peace of Utrecht, nos adentramos en las dificultades de las relaciones familiares y en la ausencia durante la enfermedad y muerte de una madre. Se trata quizás del cuento más duro y personal de Munro, donde muestra la necesidad de escapar para no quedar atrapada y poder crear su propia vida.
En todos ellos, los protagonistas, se convierten en heroínas y héroes en el devenir de sus vidas. La monotonía se ve en algún momento rota por un suceso inesperado que, a veces, los personajes no saben afrontar o que dejan transcurrir sin más, esperando que su vida vuelva a los cauces habituales. Aparentemente es así, sólo aparentemente, porque, debido, quizás al azar, nada volverá a ser lo mismo.
Lo mejor de estos relatos, de los que se extrae un matiz nuevo en cada lectura, es la magia de Alice Munro para contar, de forma sencilla, sin demasiados artificios, historias profundas y llenas de grandes pequeños detalles. Esa magia surge de su creencia de que las historias son importantes para el mundo y que deben cambiar al lector de algún modo. Y, por supuesto, que te cambian.
REFERENCIAS:
Allardice, Lisa. Nobel prizewinner Alice Munro: ‘It’s a wonderful thing for the short story’. Disponible en: http://www.theguardian.com/books/2013/dec/06/alice-munro-interview-nobel-prize-short-story-literature [consultado el: 26-06-2014]
Alice Munro in her own words: Nobel Prizes 2013. Disponible en: http://www.newyorker.com/online/blogs/books/2013/12/alice-munros-living-room-nobel-acceptance.html [consultado el: 11-06-2014]
Manguel, Alberto. Alice Munro, un Nobel para el gran cuento de la vida. Disponible en:
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/10/10/actualidad/1381433664_329498.html [consultado el: 26-06-2014]
Cox, Alisa. Helen Simpson’s Opera. Disponible en: http://jsse.revues.org/920 [consultado el: 11-06-2014]
Escaparatismo Literario
marzo 2, 2014En «La Fugitiva»
Hace tiempo que cuando me hablan de programas de libros en TV y Radio, surge el término escaparatismo, hablamos de medios públicos claro, los privados no tienen prácticamente programas de este tipo. Además, es lo mismo que sea todo un programa o una sección, los lectores, o muchos de ellos, empiezan a quejarse de la moda tan extendida de hablar de un libro durante un minuto, o dos. La publicidad o propaganda puede llegar a tres minutos, en todo caso tiempo de farándula que no de contenido. Para acompañar las castañuelas, se ponen las fotos de los autores cual marionetas cinematográficas, o se les hace un grafismo ultra moderno.
No es que pidamos crítica literaria, prácticamente inexistente en los medios audiovisuales públicos, es que ni siquiera hay información del libro, o conversación con el autor, sólo se trata de vender. Y una ya no sabe si se venden libros o se venden autores, cuando lo personal se engarza en una trama viciada de intereses económicos y corporativos.
Intentando sobrevivir a todo ello, que no es fácil, este mes que acaba de terminar hemos transitado en “El Planeta de los Libros” por muy diversos escenarios. Entre los más literariamente disfrutados, dos obras de teatro. La primera sólo estuvo en cartel tres días: “Onegin, Commentaries”, a cargo de la compañía “The New Riga Theatre” y dirigida por el letón Alvis Hermanis. Basada en la novela de Alexander Pushkin, la obra incorpora al propio autor, mostrándonos su faceta más literaria pero también la sociedad humana en la que se produce. Si por un lado las palabras empiezan a perder su honorabilidad para convertirse en una parodia de ellas mismas, por el otro no podemos dejar de sonreírnos ante los usos amorosos o de higiene personal de la primera mitad del XIX. El actor que encarnaba al escritor ruso, Vilis Daudziņš, estudia español en Letonia, lo cual no es muy extraño ya que según dicen nuestro idioma es el segundo más apreciado como lengua extranjera, después del inglés (el letón y el ruso se dan por supuestos), y todo ello sin la presencia del Instituto Cervantes.
Segunda gran obra de teatro, esta sí todavía en cartel: “El cojo de Inishmaan” de Martin McDonagh; el dramaturgo angloirlandés da una vuelta de tuerca a los estereotipos de aquella Irlanda de los años 30. Una obra también especialmente recomendada para amantes de la lectura, con un texto y unas interpretaciones a la altura de la obra (dirección de Gerardo Vera), que nos llevan desde los grandes ideales de libertad y realización hasta las realidades más míseras que puede concebir el alma humana.
O quizá es crueldad lo que castiga sin piedad a Billy el Cojo. La deshumanización, al menos como la entendemos hoy, todavía no campa a sus anchas en aquella sociedad rural en la que todos se echan una mano, incluso aunque sea para abusar los unos de los otros. Nada que ver con los personajes de “Sintecho”, la novela de Miguel Torres López de Uralde que llevamos al último programa, una de las pocas buenas novelas recientes en las que se habla de la deshumanización actual, porque ¿qué fue antes la deshumanización o la pobreza?
De lo uno y de lo otro nos seguimos poniendo a cubierto como podemos. Este fin de semana leyendo – entre otros autores- a nuestra admirada Nobel de Literatura Alice Munro (no se pierdan el programa del próximo jueves) y empezando a leer “Insaciabilidad” de S.I. Witkiewicz. El último día de Febrero esa librería mágica y huidiza (en el sentido de lo inabarcable e inconmensurable de sus maravillas literarias) como su propio nombre indica, “La fugitiva”, nos ofrecía la presentación de este libro que acaba de publicar Eutelequia, o mejor dicho su sello “Círculo d’Escritores Olvidados”. Una velada encantadora gracias al editor, la traductora Emilia Poplawska, el escritor José Tono Martinez. Miguel Ángel Moreno equiparaba la obra del polaco con el Ulises de James Joyce. El Círculo de Escritores Olvidados podría llamarse de Reencontrados, o Revelados, para todos los que valoramos la buena literatura, mal que le pese al escaparatismo dominante.
Tu voto:
Etiquetas:Alexander Pushkin, Alice Munro, Alvis Hermanis, Círculo d'Escritores Olvidados, Commentaries, El cojo de Inishmaan, Emilia Poplawska, Escaparatismo Literario, Eutelequia, Gerardo Vera, Insaciabilidad, James Joyce, José Tono Martinez, Martin McDonagh, Miguel Ángel Moreno, Miguel Torres López de Uralde, Onegin, Onegin Commentaries, S.I. Witkiewicz, Sintecho, The New Riga Theatre, Ulises, Vilis Daudziņš
Publicado en Crítica Cultural | Leave a Comment »