Menos Madrid

by

Feria del Libro de Madrid 2019

Las Fiestas de San Isidro no han dejado espacio para escuchar cuestiones importantes, como ha sido la queja de la reciente Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Madrid, resumida en menos visitas, menos ventas. Asistimos impasibles a un Menos Madrid en general, gracias a los últimos cuatro años de gobierno, sobre todo en cultura y comunicación: versiones originales, radios o revistas con las que el municipio ha intentado vestir sus desnudeces, y así pueden seguir otros cuatro años.

Un amigo extranjero me dijo hace poco: «Madrid es un pueblo». Acaba de volver de Barcelona y me confesaba que no entendía como nadie hablaba del desastre económico de allí; le comenté que en todo el país se aparenta siempre justo lo que no se es, y si es necesario hasta la hecatombe. Finalmente me daba un consejo: «una vez que aceptas que Madrid es un pueblo, puedes sobrevivir«.

Pensaba en esta frase y no paraba de preguntarme, ¿por qué tenemos que aceptar que Madrid es un pueblo, en 2019? Si la propaganda oficial es que somos la capital, si desde fuera se espera que lo seamos; si ese es el imaginario incluso, aunque nos lo creamos a costa de despojar al resto de ciudades de su reconocimiento, o de despoblar todo lo que no sea Madrid y alguna que otra gran ciudad, ¿cómo vamos a vivir realmente aquí, como sobrevivir y tener la cabeza en su sitio?

Quizá toda España es un pueblo y Madrid es solo su mayor espejo. En Barcelona se quejan de que la Cultura sea una consellería menor. En Madrid ni Concejala casi durante cuatro años, y que respondieran del área menos.

Parece que es el momento de «Desplazar el centro« como titulamos el último programa, con el escritor y pensador africano Ngũgĩ wa Thiong’o. Ese es el título de uno de sus mejores ensayos y, a la pregunta de si no sería mejor terminar con el centro que desplazarlo, sabiamente contestaba que había que crear muchos centros, cada uno su centro del planeta y nadie más centro que el otro.

Acabar con los «excesivos» centros, que no solo hacen que ahora el Premio Nobel de Literatura sea reconocido más como machista, elitista y blanco, que por su valía; también los excesos crean imágenes falsas: Europa, el centro del mundo. Lo decía Ngũgĩ y, curiosamente, después de comentar el saqueo europeo a su continente, también ahora tras las independencias. Quizá es una peculiaridad de los que se creen el Centro, barra libre para el saqueo.

Este escritor al que le deseamos ser el tercer nobel del programa de radio, se declara feminista y socialista. A sus 81 años, no había estado nunca en Madrid, más allá de camino de un sitio a otro. En Barcelona sí había sido invitado varias veces, como esta misma. Madrid no es siquiera el centro de España, aunque su propagandístico  CentroCentro Cibeles lo repita constantemente. Es lo que ocurre con el lema de la alcaldable, no deja de repetir Más y Más cuando la realidad es Menos y Menos.

Instituciones públicas y dinero público han servido a grupos de amigos, intereses económicos y culturales varios; aunque el propio PSOE en el Ayuntamiento ha hecho alguna crítica, especialmente por contrataciones poco transparentes, cuando no corruptas o ajenas a la ley. De poco ha servido, Madrid empobrece cada día más a sus vecinos, hasta acabar con la convivencia mínima necesaria; por razones no sólo económicas, cada vez más madrileños se ven obligados a vivir en pueblos o ciudades alrededor y, temiéndome que en 4 años esto ande peor, tendré que hacer varias visitas.

Después de las elecciones municipales, llega la Feria del Libro de Madrid, que este año ha sido demandada, como comentamos en el programa del 4 de febrero. Era lógico que la apertura de un evento público como este no ajeno a la polémica tuviera que esperar después de las votaciones. Me dicen que la responsable del libro en el Ayuntamiento se marchó ya. Cuatro años han sido demasiado incluso con las mejores intenciones. Ngũgĩ, en uno de sus ensayos, dice que la imposición cultural es peor que la de cualquier otro tipo, incluida la militar.

No sólo han sido las polémicas de la Feria del Libro del Retiro o la Feria del Paseo de Recoletos, otros frentes siguen sin resolver como la situación de la Cuesta de Moyano. Mientras, el ayuntamiento se ha dedicado a campañas de escasa repercusión, como dar a cada recién nacido un librito de Gato o Gata. Me comentaban hace más de un año en una librería que no era apropiado para bebés, que allí las cajas se apilaban y nadie se acercaba a pedirlo. Una iniciativa más sin control que hemos pagado todos.

Etiquetas: , , , , , , , , , , , , ,

2 respuestas to “Menos Madrid”

  1. Ricardo Mena Says:

    «Ngũgĩ, en uno de sus ensayos, dice que la imposición cultural es peor que la de cualquier otro tipo, incluida la militar». Manipular es más decisivo que intimidar. Escribe Max Montoya en su Opus III (On Power, VII): «The word is mightier than the sword. / The sword intimidates; the word manipulates». Saludos desde la Costa del Trol.

    • Nieves Martín Díaz_El Planeta de los Libros Says:

      Bien traído, Ricardo, él que sufrió tanto la violencia, incluso después de la independencia de su país, sabe que la fuerza mayor está en la palabra.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s


A %d blogueros les gusta esto: