Nada que perder

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Imagen de «Nada que perder»: Cervantes, Cobrador del Frac

El último programa del 2015, este jueves 17, lo dedicamos a una obra de teatro, estrenada hace poco y que ya tiene prácticamente las entradas agotadas. Se trata de «Nada que perder». Y ha provocado tan buena acogida que volverá el próximo año, en primavera, a la sala Cuarta Pared.

¿Qué tiene la obra que ha conseguido tan buen recibimiento? No se trata de un entretenimiento o apuesta comercial, en una gran Sala o con el habitual marketing mediático, que desde hace tiempo ya utilizan también los Teatros Públicos. Tampoco entra dentro de la categoría de actividades culturales varias donde la profundidad no existe, las que se hacen fácilmente populares. «Nada que perder» habla, como anticipa el título, de la situación insostenible de El/Ella, aquellos que nada tiene que perder, todos los que se encuentran en esa situación socio-económica, que son muchos en el mundo, pero que en la obra no se avistan tan lejos, sino que se ubican aquí y ahora, en la España actual, que no es Marca España.

Es fácil hablar de problemas políticos o económicos: el descrédito es casi absoluto, mientras su popularidad sigue al alza, acercándose cada vez más por su información y opiniones a la tipología de contenidos basura, especialmente en los Medios de Comunicación. «Nada que perder» no se conforma con esos fuegos de artificio momentáneos que llegan a máximos de audiencia y provocan estrellas mediáticas. Esta obra no puede perderse en el corto plazo, su preocupación es social y cultural, asuntos que viven a largo, tan eternos como el propio ser humano, entendido como humanidad.

El éxito de la Sala Cuarta Pared no ha llegado de la nada, en 2016 cumplirá 30 años y, a lo largo de estas tres décadas, tiene otras muchas obras importantes y premios. En la entrevista de este jueves 17, Javier García Yagüe, uno de los fundadores y su director desde 1991, nos confirma su trabajo en equipo, su línea artística de compromiso social, su capacidad de reflexión y crítica. «Nada que perder» surge del trabajo de cuatro dramaturgos que se preguntan -y nos preguntan- por los fallos de nuestra mecánica social, y cómo ello afecta toda nuestra existencia, desde los principios de convivencia a la cultura laboral, mientras nos entretenemos con los fuegos de artificio políticos o económicos también presentes en el texto.

La obra  surge en un Teatro donde se ama y se trabaja por la cultura y, por si esto fuera poco, se la valora socialmente, como necesidad imprescindible. Lejos de los responsables culturales de otros ámbitos, incluso mediáticos, que ahora abogan porque la cultura entre en el debate político electoral, ¿a estas alturas del siglo XXI?, ¿en este país seguimos pidiendo eso?, ¿por qué no aspirar a que la política sea un pequeño ámbito de la cultura? Quizá porque los grandes Medios están en una situación lamentable, zarandeados por intereses políticos y económicos, como constatamos en octubre en el programa «libertad de información en el siglo XXI»

Por todo ello, son siempre necesarios los pequeños-grandes lugares como Cuarta Pared o una Radio Cultural. Ahí intentamos desde hace tiempo otra comunicación, lo intentamos. En las anteriores elecciones regionales, en la primavera de este año, desde «El Planeta de los Libros» pedí a los cinco principales candidatos una entrevista para hablar de Cultura en la emisora. La respuesta fue nula. Los políticos siguen sin tomar en serio la cultura y todo lo que sea a largo plazo, pero las ideas acaban reflejadas, aunque sea cínicamente, en los grandes medios, y de ahí las peticiones de que al menos mencionen un autor o un ensayo (con el título adecuado).

En otros países los políticos tienen un currículo cultural, previo y conocido antes de su elección. Aquí y en buena parte de los países menos avanzados seguimos con la incapacidad de entendimiento entre cultura y política. Ocurre incluso ahora cuando tenemos bastantes estrellas culturales en la política (y por tanto en los poderes mediáticos y económicos asociados). Siempre tuvimos algún escritor metido a político, normalmente saliendo escaldado, pero ahora la tendencia va a más. Hay un cierto glamur en incluir un escritor@ en las listas electorales independientemente de su valía como tal, de hecho los que aceptan suelen ser los más mediocres.

En el info-entretenimiento político en el que nos encontramos, me fijo especialmente en estas estrellas culturales que llevan meses haciendo pinitos como candidatos a próximo ministr@ de cultura. Antes del verano leí el anuncio de un evento titulado: «Qué haría si llegara a ser ministro de cultura» (o algo así) se celebraba en una librería donde un supuesto escritor de izquierdas respondía a las preguntas de un supuesto periodista (creo que de derechas).

Como suelo hacer no doy nombres, porque más que señalar a las personas me interesa el esperpento embellecido siglo XXI al que asistimos. Por otra parte, simplemente por mencionar estas artimañas, los aludidos se enteran y ya señalan a la culpable, con los vetos y problemas consecuentes. Sólo añadir que a aquel supuesto escritor lo tuvimos gestando en nuestra Radio Cultural, hace tiempo, y le pusimos el siguiente mote «si quieres conocer a fulanillo dale un carguillo». En aquella emisora desde hacía más de tres temporadas no teníamos técnico de sonido, nuestra FM fue vendida incluso antes y, últimamente, no podíamos editar programas (nos llevábamos nuestro propio ordenador). A veces no funcionaban los equipos.

Si llega a Ministro el de la charla, no quiero imaginarme cómo acabaremos. Aunque nunca se sabe si hay males mayores esperándonos. También suenan posibles ministros de cultura en los partidos de la derecha y -casualidades de la vida- también ahí tenemos un@ conocid@ de la emisora. Entre los más firmes candidatos, una llamada escritora que ni menciona nuestra Radio Cultural en su currículo, quizá no quiera que se investigue.

Como me comentaba García Yagüe off the record, lo peor de las actuaciones poco éticas es que van a más cuanto mayor es el poder que se tiene: «el carguillo». El Currículo ético tampoco se trabaja en Política.

Así y todo esperamos el 2016 con cierta alegría, no puede ser tan malo como nos lo pintan. No hay «Nada que perder», lo perdimos hace tiempo, estamos en situación extrema, aunque como bien dice el director de la obra de teatro, son esas situaciones las que tiene que evitar la sociedad, no podemos esperar que a pesar de la injusticia nunca ocurra nada.

Cerremos 2015 con una anécdota de la Radio, entre las muchas de programa a programa y fuera de ellos: «Saben aquel@ que dice.. «, estilo el gran humorista Eugenio, «¿qué necesitáis en vuestra Radio Cultural? Yo se lo hago llegar a la nueva Alcaldesa de Madrid». Quizá los nuevos políticos empiecen a preocuparse por la cultura, más allá de festivales navideños, de momento respondí a la pregunta que me encargaría encantada y personalmente de exponer nuestras necesidades a la alcaldesa. Sabía que no habría respuesta. Muchos asuntos tienen que cambiar este 2016 y, desde luego, sería sólo el inicio de un cambio que requiere tiempo. Feliz Año, Felices Años.

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4 respuestas to “Nada que perder”

  1. Noelia_Alvarez Says:

    Muy buen artículo. Necesitamos muchos cambios para este año que viene, culturales también, por supuesto. Quizás, lo más necesario. Estoy convencida de que la cultura supone la independencia y la libertad de las personas, la capacidad crítica y de reflexión, la capacidad para elegir y para tomar decisiones informadas, también en la política para tener una sociedad mejor y más justa. Sorprendida me quedé cuando una de esas «estrellas culturales» dijo que el feminismo estaba pasado de moda. ¿La justicia social está pasada de moda? Creo que este tipo de referentes culturales ni sirven ni nos aportan nada interesante ni personalmente ni socialmente.

    • Nieves Martín Díaz_El Planeta de los Libros Says:

      Gracias Noelia. No había oído que la estrella Cultural hubiera dicho semejante barbarie sobre el feminismo pero tampoco me extraña conociendo lo que su partido dice sobre las cuestiones de género. Un abrazo y seguimos en el 2016

  2. Nieves Martín Díaz_El Planeta de los Libros Says:

    Mencionabas antes la justicia social. Tampoco está en su programa. Prefieren adorar al Individuo (a sus individuos), y así conseguir fáciles beneficios (rápidos y cuantiosos) a costa de la mayoría.

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