Micrófonos de paz

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Reseña: Micrófonos de paz: conversaciones con Caddy Adzuba. Madrid: Catarata, 2015. 111p.

«Cada guerra es una destrucción del espíritu humano» Henry Miller.  (1891-1980) Escritor estadounidense.

¿Qué tienen en común Nigeria, Irak, México, Libia, Sudán, Colombia, Ucrania, Siria, Palestina, Israel, Afganistán y la República Democrática del Congo? Son países donde la población está viviendo grandes guerras o conflictos armados. Actualmente, a través de los medios, conocemos los sufrimientos que están padeciendo en Siria pero existen 65 países en el mundo en los que existe algún tipo de guerra: 27 en África, 16 en Asia, 9 en Europa, 8 en el Oriente Medio y 5 en América.

Los medios de comunicación tienden a mediatizar las guerras, a convertirlas durante un tiempo en merecedoras de las primeras planas de los periódicos o de las noticias más relevantes a tratar en radio o televisión. Pero, como por arte de magia, pasado un tiempo, desaparecen como si todo hubiera terminado y vuelto a la normalidad. Ya no es noticia pero no por ello significa que hayan parado las bombas o los disparos, y aunque un día lo hagan, es posible que el dolor, el hambre, la falta de recursos, de un lugar donde vivir y los traumas y el miedo continuen. No se evaporan de la noche a la mañana por mucho que los medios pretendan ocultarlo.

microfonosUna de esas guerras olvidadas es la que desde 1996 se desarrolla en la República Democrática del Congo. En 2008, la periodista Elisa García Mingo viajó allí para conocer de primera mano lo que estaba sucediendo. De este viaje, surgió Micrófonos de paz: conversaciones con Caddy Adzuba.

Es un libro que, por un lado, intenta cambiar la visión que los medios de comunicación ofrecen sobre el Congo y terminar con la visión estereotipada y simplista que se cuenta de los acontecimientos. Se trata de ofrecer un periodismo alternativo, basado en un «periodismo ético, sensible, respetuoso, autocrítico dialógico y colaborativo». Un periodismo que cubra las carencias del periodismo extranjero en las zonas de guerra, muy «centrado en las fuentes institucionales, la fascinación por la guerra, la ideología de la objetividad y la estructura de la comunicación» y donde, a veces, no tienen tiempo ni herramientas para acudir al lugar de los hechos. Así surge la radio como un medio de paz, comunitario y participativo y que pretende la transformación social a través del empoderamiento y visibilización de las mujeres congoleñas.

Por otro lado, mediante las conversaciones con Caddy Adzuba, periodista en Radio Okapi y activista de los derechos humanos y ganadora del Premio Princesa de Asturias de la Concordia en 2014, podemos conocer su opinión sobre los motivos de la guerra, la violencia y la lucha y las reivindicaciones a través de la radio, como medio para empoderar a las mujeres y practicar periodismo ciudadano.

En 2003 se creó en la región Sur Kivu la Asociación de Mujeres de los Medios (AFEM-SK) con el fin de denunciar la violencia contra las mujeres. El objetivo es cosmopolitizar el feminicidio congoleño, es decir, que exista una identificación mundial con el feminicidio, y promover los derechos de las mujeres. Su acción se fundamenta en el empoderamiento de las mujeres (las radios convencionales las dirigen hombres y se suele negar la voz de las mujeres), la colaboración con el pequeño periodismo para dar voz a lo local frente a los expertos o las élites (periodismo desarrollado por mujeres rurales que habitan en los espacios de la violencia), la superación del papel de víctimas y la posibilidad de desarrollar otras identidades.

El periodismo activista que desempeñan las mujeres de AFEM-SK tiene una cultura periodística algo diferente del canon occidental y de lo recogido tradicionalmente en los libros. Se basa en la parcialidad, la radicalidad y la abogacía y en unos valores propios, no en lo foráneo. Apuestan por la emoción, la empatía y el compromiso como valores fundamentales. Y es algo que está funcionando porque muchas mujeres que han sufrido violaciones pueden salir del papel de víctimas en el que se les intenta perpetuar, formarse, si lo desean, como periodistas y colaborar con la Asociación.

Posiblemente, pueda chocar esta forma de hacer periodismo pero necesitamos miradas diferentes de la realidad y respeto por el quehacer de otras culturas. Como dice la profesora de teoría de la comunicación María José Sánchez Leyva «los medios de comunicación no sólo divulgan los acontecimientos que ocurren en el mundo, sino también las reglas de su representación y entendimiento». Y es necesario un periodismo plural, no sensacionalista, diverso e independiente que sea capaz de mostrar aquello que el periodismo cercano al poder oculta o muestra en función de sus intereses políticos, económicos o empresariales.

«El periodismo de paz explica la historia de la mujer, explica cómo logró salir de la situación, ofrece posibles soluciones políticas a un problema que se repite una y otra vez y que está protagonizado por diferentes mujeres en diferentes historias que tienen un sufrimiento compartido». Caddy Adzuba.

Caddy Adzuba

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2 respuestas to “Micrófonos de paz”

  1. Nieves Martín Díaz_El Planeta de los Libros Says:

    Me ha gustado lo de “pequeño periodismo». En nuestra pequeña emisora cultural nos gusta decir desde hace tiempo “pequeña pero digna». Expresión que lamentablemente tiene que ver con ese otro gran periodismo indigno, sea en programas de cotilleos, política o cultura.
    Gracias, Noelia, por marcar una vez más la diferencia.

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